El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reviró que no cree que su administración y los gobiernos de México y Canadá puedan llegar a un acuerdo sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Lo anterior durante un mitin que realizó en Phoenix, en donde advirtió que “probablemente terminaremos por cancelar el TLCAN en algún momento«.

«Porque nos han tomado la ventaja de tal manera que han logrado grandes negocios. Los dos países, pero en particular México (…) no pienso que podamos llegar a un acuerdo«, declaró.

También insistió que levantará un muro en la frontera aunque eso represente arriesgar los fondos para el financiamiento de su gobierno.

Intenta que el Congreso financie la infraestructura, con un costo estimado de 22 mil millones de dólares y cuya construcción debería haber empezado ya, según sus planes.

Por el momento, ha conseguido que la Cámara de Representantes apruebe mil 600 millones para iniciarlo, pero la propuesta tiene un futuro incierto en el Senado.

Trump amenaza con a llevar la negociación hasta el final: si ninguna parte cede en la fecha límite, el 30 septiembre, el Gobierno estadounidense se quedaría sin fondos para operar y entraría en parálisis.

Por su parte, Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores, aseguró, en entrevista para Grupo Fórmula, que el discurso del mandatario estadounidense es sólo una «estrategia de negociación (…) más allá de sus declaraciones, Estados Unidos está negociando y lo hace de una manera clara. Él es un tipo muy grande que está negociando”.

Precisó que el mandatario estadounidense negocia con una estrategia muy peculiar, pero que esto no debe causar pánico en México.

Debemos reaccionar con seguridad y entender que es parte de un proceso de negociación, México seguirá negociando con claridad, con firmeza y con la cabeza fría. Tenemos que aprender a reaccionar, no a sobrerreaccionar a este tipo de declaraciones”.

Luis Videgaray explicó que Estados Unidos no perdería el tiempo en las mesas de negociaciones si  de verdad quisiera retirarse del pacto comercial.

Cabe recordar que el 16 de agosto comenzaron las mesas de renegociación del TLCAN, en donde Trump acusó que el acuerdo sólo eleva el déficit comercial con México, arrastrar fábricas al otro lado de la frontera y eliminar empleos en Estados Unidos.

Por ello, grupos sociales como agricultores estadounidenses, por ejemplo, temen perder el acceso irrestricto que tienen ahora en el mercado mexicano. Muchas empresas de manufactura han creado líneas de suministro que atraviesan las fronteras, y temen perder sus inversiones. Y si Estados Unidos decide alzar barreras comerciales, Canadá y México seguramente tomarán represalias.

Aparte de eso, el tiempo corre. El próximo año hay elecciones presidenciales en México y elecciones legislativas en Estados Unidos. Renegociar un acuerdo tan complicado será sumamente difícil en medio de una intensa retórica electoral.