Dada la importancia de su dimensión y cercanía a la Tierra, la Red Quintanarroense de Observatorios Astronómicos dará seguimiento al paso del asteroide 3321, Florence, informó el titular del Consejo Quintanarroense de Ciencia y Tecnología, (COQCYT), Víctor Alcérreca Sánchez.
En entrevista, destacó que para los científicos, su paso representa una gran oportunidad de estudiar este tipo de objetos, ya que podrán recopilar datos sobre la superficie, trayectoria, composición y dirección del meteoro.
Añadió que en el caso de la comunidad científica local, resulta mucho más importante, sobre todo porque en noviembre próximo la Red Quintanarroense de Observatorios Astronómicos se unirá al programa de Monitoreo de Asteroides.
Esta iniciativa es liderada en México por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), cuyo objetivo es recopilar más y mejor información sobre los objetos que podrían representar un peligro de impacto en nuestro planeta.
Para llevar a cabo dicho monitoreo, refirió que el COQCYT invertirá casi 800 mil pesos para la actualización de los observatorios de la Red de Planetarios de Quintana Roo.
De acuerdo con información que se proporcionó, el asteroide 3321 Florence, pasará el próximo viernes 1 de septiembre, a siete millones de kilómetros de nuestro planeta, aproximadamente 18 veces la distancia existente entre la Tierra y la Luna.
Se puntualiza que no representa ningún peligro, sin embargo, está catalogado entre los asteroides cercanos a la Tierra más grandes, con un tamaño de casi 4.5 kilómetros y que en la mayoría de los casos, estos cuerpos espaciales no rebasan algunas decenas de metros.
«Florence» fue descubierto por Schelte Bus, del Observatorio Siding Spring en Australia, en marzo de 1981 y fue nombrado en honor a Florence Nightingale (1820-1910), fundadora de la enfermería moderna.
El asteroide alcanzará un brillo asequible para telescopios pequeños y binoculares.
Aun cuando otros asteroides han pasado más cerca de la Tierra, para 3321 Florence éste será su encuentro más cercano con nosotros desde 1890 y no volverá a estar así hasta el año 2500.
Es de resaltar que cuanto más pequeño es el asteroide, más complicada resulta su detección y en muchos casos aparecen justo cuando entran en la atmósfera terrestre.