Los análisis que cotejaron el ADN extraído del cadáver embalsamado de Salvador Dalí con el de Pilar Abel, la ciudadana de Figueres que decía ser hija del pintor, indican que no existe relación de parentesco entre ambos. La información indica que las pruebas realizadas en los institutos forenses de Barcelona y Madrid han sido negativas y así se lo han trasladado al juez

Pilar Abel tiene otros dos hermanos, pero ni ellos ni su ex marido habían tenido constancia de esta paternidad. De hecho, Pilar Abel nació el 1 de febrero de 1956, prácticamente a los nueves meses exactos de que su madre se hubiese casado con Juan Abel, que ejerció siempre como padre.

La juez consideró necesaria la exhumación del cadáver de Dalí para poder estudiar su ADN, ante la falta de otros restos biológicos o personales. La prueba era considerada imprescindible para el juicio previsto para el 18 de septiembre, donde Abel esperaba ser reconocida como hija del pintor. Pretendía llevar su apellido y heredar la legítima (un 25% del legado), además de acceder a los abundantes beneficiosos económicos generados por los derechos de autor.

El proceso se inició hace dos años, aunque la mujer venía asegurando desde 2007 que era hija del pintor surrealista, muerto el 23 de enero de 1989 sin descendencia. Abel nació el 1 de febrero de 1956 en Figueres (Girona), fruto “de una relación de amistad que se convirtió en amor”, según su versión.Con el resultado de las pruebas, la fundación concluye que “se pone fin a una absurda y artificial polémica”.

También se consigue que “la figura de Dalí quede definitivamente excluida de unas pretensiones totalmente infundadas”. En breve, se restituirán los restos mortales de Dalí que fueron extraídos a finales de julio (uñas, un diente y dos huesos largos). Se volverá a desenterrar su cadáver para volverlo a inhumar por tercera vez.