Opositores acuden este domingo a las urnas para elegir a los candidatos con los que aspiran derrotar al oficialismo.

Los adversarios del presidente Nicolás Maduro acuden este domingo a las urnas para elegir a los candidatos con los que aspiran derrotar al oficialismo en las elecciones de gobernadores previstas para octubre.

Estas elecciones primarias se realizan en 19 de 23 estados y los aspirantes elegidos representarán a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), una alianza compuesta por casi tres decenas partidos.

MUD decidió participar a pesar de la molestia de muchos opositores, que creen que Maduro no permitirá un desafío a su poder y en medio de acusaciones generalizadas de que la elección en julio de una Asamblea Constituyente, integrada en su totalidad por partidarios del mandatario, fue fraudulenta.

En los comicios podrán participar unos 15 millones de venezolanos y extranjeros registrados en el padrón electoral mayores de 18 años. Los votantes elegirán a 19 de entre 63 candidatos. Los ganadores se sumaran a otros cuatro postulantes elegidos por consenso en los estados de Anzoátegui, Carabobo, Nueva Esparta y Vargas, quienes deberán enfrentar a sus pares oficialistas en las elecciones de octubre en una fecha aún por determinar por la autoridad electoral.

Los organizadores aspiran movilizar entre 1,5 y 4,5 millones de electores. Los partidos opositores llegan a las primarias debilitados luego de fracasar en su intento de lograr un cambio político en Venezuela tras las protestas antigubernamentales que entre abril y julio dejaron al menos 123 muertos y casi 2.000 heridos.

“Yo creo que los problemas se resuelven con el voto; por eso estoy aquí apoyando a mi candidato. Si Maduro no quiere contarse y ordena que no se hagan las elecciones otra vez, todos en el mundo tendrá claro, si todavía les hace falta tenerlo claro, que los venezolanos vivimos en dictadura”, dijo Yajaira Alvarez, de 37 años, después de votar en la próspera barriada de Chacao en el este de Caracas.

El Consejo Nacional Electoral (CNE), señalado de estar controlado por el gobierno, anunció que en octubre se realizarán las elecciones de gobernadores que debían realizarse a finales del año pasado y que fueron diferidas ya en dos ocasiones luego de la aplastante victoria de la oposición en los comicios legislativos de 2015.

Pese a que se estima que el mandato de Maduro cuenta con un aprobación de 17%, varios líderes opositores se negaron a tomar parte en las elecciones regionales, afirmando que podrían ser manipuladas.

La oposición boicoteó la elección de la Constituyente alegando que las reglas beneficiaban al gobierno. El enojo aumentó cuando la empresa que prestaba los servicios de voto electrónico en Venezuela dijo que las elecciones habían sido manipuladas. Según el CNE, la participación fue de ocho millones de electores mientras que una encuesta independiente sugiere que fueron menos de cuatro millones.