Una recopilación y síntesis de más de 45 años de trabajo del compositor y activista social Gabino Palomares (Comonfort, Guanajuato, 1950) reúne el libro Cien canciones de amor y patria, presentado en el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP).
El volumen se integra de canciones políticas y sociales donde el autor plasmó las experiencias de su permanente vinculación con las luchas sociales, así como canciones de amor.
En una velada en la que se conjugaron música y anécdotas, el creador de temas como La maldición de Malinche compartió que la publicación fue un proyecto que desde el año 1998 se tuvo en el tintero, cuyo cancionero espera sea analizado por el público.
Acompañado por los escritores Elena Poniatowska, Paco Ignacio Taibo II y Jacinto Chacha, titular de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) de la Secretaría de Cultura, Palomares se describió como un juglar y corridista de la Revolución, un letrista de canciones que hablan de la realidad.
Comentó que el tipo de canciones que ha creado en su trayectoria de 45 años tiene un valor de uso por parte de la gente, con las características de ser directas, claras y sencillas de memorizar.
“Las canciones políticas se cantan en situaciones que no son precisamente de artista, se cantan con un megáfono en las huelgas, en situaciones en las que hay que desgañitarse”, apuntó Gabino Palomares.
La escritora Elena Poniatowska manifestó que el volumen editado por Pluralia y Ediciones del Río es una obra tipográficamente bella. Indicó que en las canciones de protesta de Gabino Palomares se expresan las cosas que la gente quiere decir y no tiene oportunidad.
La autora de la Noche de Tlatelolco, compartió con la audiencia parte de la entrevista que sostuvo con el reconocido cantautor, quien manifestó ser una suerte de espejo para que la gente se vea.
“Gabino Palomares dice que en un país como el nuestro la gente necesita denunciar muchas cosas y no siempre es escuchada. Que necesita ver su realidad, dejar de tener el concepto sobre ellos mismos que les endilga la radio y la televisión para ver la realidad cruda y enfrentarla”, compartió Poniatowska.
La colaboradora del periódico La Jornada añadió que algunas de las influencias en la vida y obra de Palomares son la música de Mercedes Sosa, Óscar Chávez y Juan Manuel Serrat, así como la obra de los poetas de la Guerra Civil Española, entre ellos Federico García Lorca y Juan Goytisolo, misma que cambió su visión del mundo
Al tomar la palabra, Jacinto Chacha, director de la DGCPIU, expresó que Gabino Palomares es una voz por la que habla la gente y un extraordinario intérprete de lo que pasa en México.
“A Palomares tenemos que reconocerlo como un clásico vivo, es una persona de una sola pieza que sigue con los pies hechos barro en cuyas manos y guitarra tiene un caudal de pájaros volando”, puntualizó.
El compositor de ¿Quién tiene la voz? manifestó sentirse honrado de las personalidades que le acompañaran en la presentación de su libro, a quienes les hizo la invitación por ser creadores que marcaron su vida y una guía para él.
“Elena y Paco Ignacio me han enseñado a interpretar la realidad, a plasmarlo en un artículo periodístico o en una canción. La noche de Tlatelolco, de Elena Poniatowska fue para mí un enfrentamiento con mi realidad. Ambos me enseñaron que vivir la realidad del país tal cual es, es importante, porque la historia no se ve a través de la televisión, se hace cada día.
“Es mucho más interesante y enriquecedor estar en una convivencia permanente con la gente, con su problemática, con sus sueños, alegrías música y tristeza […]
“Aprendí que el folclor mexicano no hay que dejarlo en un museo, nuestra cultura popular debe estar en la calle, debe ser una historia viva, porque si dejamos de ser lo que fuimos no sabemos hacia dónde vamos”, puntualizó Gabino Palomares.