El temblor del pasado 19 de septiembre le arrebató su casa a Amelí Velázquez; sin embargo, eso no evita que la pequeña viva feliz aunque por el momento su hogar sea en un albergue.
Amelí, una niña de 10 años proveniente de Oaxaca, llegó a radicar junto con sus padres a la capital hace aproximadamente seis meses, sin saber que un temblor de magnitud 7.1 les quitaría el lugar donde habitaban.
“Nosotros estábamos en un campo de beisbol cuando tembló, y cuando llegamos al departamento vimos que la pared se había caído y el techo se había doblado, me siento triste por lo que nos pasó, pero me gusta estar aquí y quisiera quedarme”, relató a Notimex.
La pequeña cuenta con una sonrisa en el rostro porque dice que la tratan muy bien, le dan tres comidas al día y le ofrecen actividades recreativas; en el albergue ha encontrado un hogar, disfruta de las atenciones y la compañía de los amigos que hizo.
“Casi diario vienen payasos, a veces jugamos futbol o también nos prestan las computadoras cuando no tenemos nada que hacer”, platicó con entusiasmo.
Amelí lleva cuatro días en un albergue ubicado en la colonia Buenavista, y a pesar de que no sabe cuánto tiempo más permanecerá en dicho lugar, asegura que se siente contenta.
“Me gustaría quedarme, pero vamos a estar aquí sólo hasta que consigamos un lugar dónde vivir”.Finalmente, compartió que sintió miedo en el momento del sismo.