Elon Musk era una de las grandes atracciones en el International Astronautical Congress de Adelaide, Australia. En apenas un día ya ha anunciado dos de los planes más ambiciosos e interesantes de la industria aeroespacial de todos los tiempos.

El primero pretende llevarnos a cualquier ciudad del mundo en menos de una hora, empleando la tecnología usada para desplegar satélites y otras naves a la órbita terrestre.

Pero el siguiente anuncio ha dejado a todo el mundo con la piel de gallina: SpaceX tiene en sus planes financiar una flota completa de naves con la que colonizar Marte. Una flota que dejará obsoletas a la Falcon Heavy, la Falcon 9 y la cápsula dragón, las joyas de la compañía.

Sistema de Transporte Interplanetario
Según anunciaba en la conferencia, la empresa aeroespacial está detrás de treinta y una propuestas de motores para la que será la nueva nave insignia de la compañía. Apodada BFR («Big Fucking Rocket»), la nueva nave principal de un Sistema de Transporte Interplanetario está ya en la mente (y puede que en las mesas) de los ingenieros de SpaceX.

Este sistema es uno de los dos oficiales y rigurosos que existen en el planeta para la conquista de Marte. Según ha explicado Musk, sus operarios pretenden construir dicho sistema de forma progresiva, «canibalizando» sus cohetes actuales de manera que pueda reutilizarse la tecnología en beneficio del nuevo sistema interplanetario.

Durante el próximo año, la empresa tratará de construir un dispositivo a escala, el cual, según el CEO, podrá servir para operaciones aeroespaciales actuales. Entre ellas se encuentran el lanzamiento de satélites y las operaciones en órbita baja terrestre.

Con el dinero de estas operaciones, así como los contratos que está ejecutando actualmente SpaceX, Musk asegura que se puede planear con seriedad y buenas expectativas la construcción de un sistema interplanetario asumible y práctico.

El primer objetivo: la luna
Pero antes de llegar a Marte, Elon Musk parece haber echado un vistazo a la Luna. Ahora que la atención de las agencias se está volviendo de nuevo a nuestro satélite natural, la propuesta de SpaceX podría ayudarnos a establecer un contacto regular con él.

De esta manera, podríamos mantener un transporte regular y ampliar las actividades industriales o de investigación en una supuesta colonia lunar, lo que nos permitiría aprender muchísimo para nuestra siguiente misión: conquistar el planeta rojo.

No obstante, el CEO ha dejado claro que la luna, aun siendo un paso primero y necesario, no es uno de los objetivos más lucrativos. No es un tema baladí pues para mantener un rango de fechas aceptable es necesario una financiación sana y constante.

La Luna no ofrece tan buen marco de negocio, explicaba Musk, debido a la enorme competencia por parte de las agencias y el interés general puesto sobre el satélite, entre otras razones. No obstante, es una parada obligatoria a nivel técnico, y SpaceX no va a saltársela.

¿Para cuándo todo esto?
Elon Musk ha vaticinado la puesta de una tripulación en dirección a Marte, como mucho, para 2024. La primera carga con recursos saldrá para el planeta rojo en 2022, siempre en palabras del CEO. Estas fechas, según la compañía, son asequibles. Por el contrario, la NASA, quienes cuentan con el único plan serio para competir con las previsiones de SpaceX, barajaba fechas más flexibles.

¿Está siendo este filántropo demasiado ambicioso? El año pasado ya desvelaron varios motores y combinaciones en un alarde de eficiencia bastante sorprendente. Entre ellos se incluían cuarenta y dos tipos de motor Raptor capaces de llevar hasta Marte 450 metros cúbicos de material. Sin embargo, SpaceX también es conocida por haber fallado en sus propias metas de tiempo.

Según sus antiguos planes, la empresa debería haber puesto en órbita a varios astronautas a principios de este año. Ese plan ha extendido su fecha límite hasta finales del 2018 o principios de 2019.

Sobre el Sistema de Transporte Interplanetario, Musk todavía no se atreve a dar más fechas que las comentadas, entre dientes, anteriormente. ¿Son realistas? Aunque hay quien se muestra muy escéptico al respecto, lo cierto es que la compañía ha demostrado sorprender a niveles insospechados con anterioridad.

En esta ocasión, y sin una línea temporal clara, tenemos sobre la mesa un plan cada vez más realista, recursos crecientes y la posibilidad, según ha explicado, de reutilizar el 80% de la tecnología de los cohetes construidos hasta la fecha, lo que ahorraría una cantidad increíble de recursos y, la clave, tiempo. Quién sabe. Puede que la primera bandera que se coloque en la superficie roja sea la de SpaceX.