Los Ángeles. Amanecía en el plató de «Blade Runner 2049» cuando Harrison Ford y el director Denis Villeneuve nadaban de regreso a tierra tras una filmación de toda la noche en un taque con capacidad para 3,7 millones de litros de agua.

El agua estaba fría, y hacía frío fuera de ella. Era una noche de una decena que habían pasado sumergidos tratando de ejecutar una escena que incluso a Ridley Scott le parecía demasiado difícil.

“Lo que estamos haciendo es una locura”, dijo Ford a Villeneuve. «Es una locura”.

Lo mismo podría decir de todo el proyecto, una cinta de autor de 150 millones de dólares que continúa la historia de una película de ciencia ficción de hace 35 años, la cual fracasó en su estreno original. En 1982, la impresionante cinta distópica y de suspenso de Ridley Scott, basada en la historia de Philip K. Dick «Do Androids Dream of Electric Sheep?», recaudó apenas 27,6 millones de dólares tras haber sido realizada con 28 millones. En comparación «E.T.», la película más taquillera de ese año, sumó 359,2 millones.

Es sabido que durante la problemática producción, Ford y Scott tuvieron diferencias sobre la naturaleza del personaje de Ford, Rick Deckard, y sobre si era o no un «replicante» (un androide), y a ninguno de los dos les gustó la versión estrenada en cines que incluía un final feliz y una forzada narración con voz en off. Después surgieron las otras versiones, se dice que existen siete y cinco todavía se pueden conseguir. Tanto para Ford como para Villeneuve la definitiva de 2007 es la mejor.

Y a pesar de todo eso, «Blade Runner» no sólo sobrevivió esos orígenes difíciles, sino que los trascendió para convertirse en una respetada cinta clásica de ciencia ficción.

Pero el prospecto de una secuela parecía dudoso, por decir lo menos, especialmente cuando uno de los principales dueños de los derechos negó un intento para comenzar una franquicia, temeroso de que algunos intentaran rehacer «Blade Runner». Al fallecido productor Bud Yorkin y a su esposa Cynthia Sikes les llevó 12 años convencerlo de lo contrario.

«Tenía la noción que de que había una respuesta para una secuela relevante”, dijo Ridley Scott a AP este año. «No sólo mugre, nubes, lluvia y oscuridad, sino una historia real”.

Scott trabajó casi dos años en la historia con Hampton Fancher y Michael Green con la intención de dirigir la película, pero en vez de eso dirigió su atención a «Alien: Covenant». Entonces los productores de Alcon Entertainment se acercaron a Denis Villeneuve, con quien habían trabajado en «Prisoners» y quien obtendría una nominación al Oscar por «Arrival».

Con la bendición de Ridley Scott, y la promesa de tener total libertad creativa, Ford se preparaba para retomar su papel y acompañar a Ryan Gosling en su interpretación como policía de Los Angeles. Villeneuve accedió a hacer la película y se preparó para iniciar la “loca” tarea de hacer una secuela que valiera la pena para «Blade Runner». Convocó al legendario director de fotografía Roger Deakins y lo tuvo a su lado desde el “día cero”, para ayudarle a crear el estilo y la imagen de la película desde la etapa de preproducción.

Los productores y el equipo de la cinta desean mantener como un misterio lo que es la película hasta que el público general pueda verla por sí misma, se trata de una historia en la que “cualquier detalle es relevador” y creen que es mejor que la gente la vea sin saber nada.

Se filmó en Budapest (por razones de espacio y presupuesto), así que no se ven los atractivos de Los Angeles que ayudaron a definir la original: como el edificio Bradbury, la casa Ennis House, Union Station y demás. En su lugar hay rudas estructuras de la época soviética y enormes platós, ante los que incluso Ford se maravillaba, que crearon un Los Angeles del 2049.

Y, por supuesto, también está el enorme tanque de agua que requirió meses para su construcción.

“Era por mucho el mayor reto técnico de mi vida y al mismo tiempo me divertí como como si fuera un chiquillo. Diría que pudimos hacerlo y salió muy bien”, dijo Villeneuve. «Mis dos actores principales eran unos caballeros. Eran como soldados, nunca se quejaron. Harrison era siempre el primero en el agua. Ver a ese hombre, a la leyenda que ya tiene sus años afuera a las 4 a.m. en el agua con una gran sonrisa. Conmueve a cualquiera”.

“Estábamos ahí, vimos lo que estaba pasando y pensamos que sería buena”, dijo Ford. “Fue simplemente épica”.

La película completa, agregó, “te dejará con la boca abierta”.

Las primeras reseñas están de acuerdo. En Rotten Tomatoes tiene una marca de 96% fresca y se espera que sume unos 40 millones en su estreno, lo que podría aumentar por las recomendaciones de boca en boca. No es un secreto que Alcon, que la cofinanció con Sony, necesita que la película sea un éxito. La empresa tiene proyectos de realidad virtual y sabe que este es un universo que se puede explotar en la mitología de «Blade Runner», incluyendo precuelas y aventuras derivadas.

“En algún momento en los próximos 35 años probablemente haremos algo”, dijo con un aíre de superioridad el director general de Alcon, Andrew Kosove. “Es un poco complicado, tenemos decisiones comerciales que tomar, pero es una circunstancia única. No es Marvel, no es DC. Debe haber una razón verdadera para hacerlo, de otra manera no funcionaría comercialmente”.

Por su parte Villeneuve está complacido con la película.

No diré que la película es perfecta, pero sí es algo que es parte de mi sueño inicial. No tengo idea de cómo reaccionará el mundo”, dijo. “Siempre hago películas como si fueran las últimas. Nunca sabes qué vendrá después. Doy todo para bien y para mal. Eso raya en la locura, pero estoy tranquilo ¿y sabes por qué estoy tranquilo?, a Harrison Ford le encantó la película. A Ridley Scott, también. En mi caso saber que ambos padres dieron su bendición me hace sentir bien”.