Después de más 17 años ininterrumpidos, el Dr. Leonardo Curzio, deja la titularidad de Enfoque Noticias. Deja, además, la dirección de noticias de una estación de radio con gran prestigio por la calidad de sus emisiones informativas”.

En Twitter, otro periodista, Ricardo Raphael, columnista de El Universal, ha dicho que “si cesan a Leonardo Curzio nos cesan a Millones”.

Tanto María Amparo Casar como Ricardo Raphael eran colaboradores en el programa de radio de Leonardo Curzio.

¿Por qué despidieron al señor Curzio? Hasta donde estoy enterado, no fue un despido, sino una renuncia: Leonardo Curzio dejó su trabajo porque no pudo cumplir una orden del propietario de la empresa, Edilberto Huesca.

En efecto, Edilberto Huesca pidió a Leonardo Curzio cesar a María Amparo Casar y Ricardo Raphael.

Curzio se negó a cumplir la orden y, por esa razón, dejó su puesto en Radio Mil. Así de sencillo, así de lamentable.

¿Por qué Edilberto Huesca no quería a María Amparo Casar y a Ricardo Raphael? No lo sé. Los dos son buenos analistas, pero no me parece que resulten particularmente incómodos a nadie en el gobierno o en las grandes empresas que se anuncian en la radio.

Esto es, no son tan cercanos al poder como Ricardo Alemán y Pablo Hiriart, pero tampoco María Amparo Casar y Ricardo Raphael juegan en la primera división de los críticos que encabezan Carmen Aristegui, Julio Hernández, Jenaro Villamil y en la que, inclusive, yo incluiría a tres personajes de la TV abierta suficientemente atrevidos como para molestar a los que mandan, Denise Maerker, Ciro Gómez Leyva y Carlos Loret de Mola.

En fin, Ricardo Raphael ha prometido que mañana jueves, supongo que en su columna de El Universal dará una explicación del despido de Leonardo Curzio. Esperemos.

Solo me queda decir que honra a Curzio haber renunciado porque no pudo despedir a dos de sus compañeros de trabajo que, la verdad sea dicha, son periodistas rigurosos y competentes y que no parecen haber caído en una falta ética grave.

Sobrarán empresas radiofónicas que contraten a Curzio, así que no debe preocuparse por su futuro. Lamentablemente, esa suerte no la tuvo la señora Aristegui que desde hace tiempo batalla bastante para abrir un espacio de información, análisis y opinión en el complicado y más que competido mundo del internet.