Un miembro del independentista gobierno regional catalán pidió un “alto el fuego” con España para bajar la tensión tras un disputado referendo de independencia en la próspera región española.

Santi Vila, consejero de Empresa en la Generalitat catalana, dijo el viernes por la tarde en la emisora Cadena SER Radio que está presionando para abrir una “nueva oportunidad al diálogo” con las autoridades españolas.

Vila dijo oponerse a que Cataluña haga una declaración unilateral de independencia en este momento y propuso crear un comité expertos de ambos bandos para buscar una solución a la crisis política.

Las llamadas a la prudencia desde el bando independentista se producen después de que algunos de los bancos y empresas más importantes de la región anunciaran el traslado de su domicilio oficial para asegurarse de que una secesión no les dejaba de inmediato fuera de la Unión Europea y su lucrativo mercado único.

Miles de españoles se manifestaron contra la iniciativa independentista catalana en la céntrica Plaza de Colón en Madrid, convirtiendo la plaza en un mar de banderas españolas. Algunos saltaron a una fuente para bailar en el agua.

Villa dijo que le gustaría que las autoridades españolas devolvieran al gobierno catalán algunas competencias intervenidas en las últimas semanas, como el control sobre buena parte de sus finanzas.

No está claro hasta qué punto está extendida la posición moderada de Vila en el gobierno catalán, que se ve presionado por los grupos independentistas de base y el partido de ultraizquierda CUP para que declare pronto la independencia.

Los separatistas afirman que ganaron el referendo del 1 de octubre, mientras que España afirma que la votación fue ilegal, inválida e inconstitucional. Menos de la mitad del electorado votó en la consulta, empañada por una brutal operación policial que intentaba impedir la votación.

Las elecciones y sondeos más recientes en Cataluña anteriores al referendo reflejaron una división más o menos por la mitad entre los 7,5 millones de habitantes sobre la cuestión de la independencia.

Los dos bancos catalanes más grandes, Caixabank y Banco Sabadell, así como el gigante energético Gas Natural, trasladaron de forma apresurada su domicilio social a otras partes de España esta semana. Otras empresas catalanas importantes han dicho que estudian maniobras similares.

Los legisladores catalanes independentistas tenían previsto debatir un plan de secesión el lunes, pero la sesión del parlamento regional fue suspendida por el Tribunal Constitucional español.

La atención se ha trasladado ahora al martes, cuando el presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, tiene previsto comparecer en la cámara regional para “informar sobre la situación política actual”.