Se revenden los víveres que cientos de mexicanos donaron para los damnificados del sismo del 19 de septiembre.

«¡Pásale marchanta! ¿Qué buscaba? ¡A 10 a 10 a 10!», gritan varios vendedores en los tianguis alzados en las calles de la Ciudad de México, donde entre lonas, en puestos improvisados y sobre pedazos de plástico en piso, se revenden los víveres que cientos de mexicanos donaron para los damnificados del sismo del 19 de septiembre.

En los mercados sobre ruedas, los precios oscilaban entre 15 pesos para dos latas de jugo de medio litro, dos latas de atún en 15 pesos, papel higiénico a 20 pesos o una lata de frijoles con la palabra “donado” en la superficie a 10 pesos.

De acuerdo con La Jornada, que hizo un recorrido por los mercados y puestos de tianguis en las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztapalapa y el municipio Ciudad Nezahualcóyotl, en los mercados sobre ruedas se vendieron los productos de acopio —identificados como tales porque tenían la leyenda «donado» escrita con plumón indeleble. Algunos productos incluso tenían rayas color negro sobre los mensajes motivacionales para los afectados.

Después del sismo de 7.1 grados en la escala de Richter, cientos de personas marcaron el acopio que regalaron a distintas organizaciones para diferenciarlo y evitar intermediarios en el proceso. Durante la colecta, se viralizaron las imágenes de las latas y empaques con mensajes como «donativo, ánimo, no están solos», «tu fuerza es mi fuerza ¡Vamos México!» hasta textos graciosos como «que deschingue su madre el América» y «¡Que chingue su madre el PRI, PAN, PRD!», para evitar que partidos políticos utilicen los donativos con motivos electorales.