El presidente del club de futbol Lazio, Carlo Lotito, terminó hoy en el ojo del huracán tras la difusión de una grabación en la que decía que iba a la Sinagoga de Roma a hacer una “comedia”, en desagravio porque ultras de esa escuadra usaron una imagen de Anna Frank para insultar a sus adversarios de la Roma.

“Hagamos esta comedia”, dijo un Lotito molesto a un interlocutor telefónico mientras viajaba en el avión que de Milán lo llevó a Roma, donde el martes visitó la Sinagoga local y depositó tres coronas de flores.

El presidente del Lazio también se lamentó porque el rabino de Roma estaba en Nueva York y preguntó si al menos lo recibiría el vicerabino.

“Estos no valen un c…”, concluyó la conversación telefónica, que fue grabada por algunos pasajeros y publicada este miércoles por el diario Il Messaggero.

El presidente lazial fue acusado de hipocresía, mientras las coronas de flores que había depositado ante la Sinagoga terminaron hoy en las aguas del río Tíber, frente al que se encuentra el templo.

“Nunca dije esa frase”, se defendió Lotito.

“No admitimos gestos hipócritas y espectáculos justo en el muro en el que se recuerdan los nombres de los deportados que murieron en Auschwitz. Lotito enlodó su memoria y por eso decidimos limpiar este muro y quitar las coronas de flores”, respondió un miembro de la Comunidad Hebrea de Roma.

El caso surgió durante el partido del Lazio contra el Cagliari del domingo pasado en el estadio Olímpico de Roma, donde varios ultras blancocelestes pegaron carteles con las imagenes de Anna Frank (la adolescente judía muerta en 1945 en un campo de exterminio nazi) vestida con la camiseta de la Roma, además de varios insultos.

La Curva Norte del estadio había sido cerrada ese día en respuesta a los coros racistas y antisemitas entonados por los hinchas laziales contra los jugadores ghaneses Duncan y Adjapong durante el partido contra el Sassuolo del pasado primero de octubre.

El domingo los hinchas blancocelestes solamente pudieron pasar a la Curva Sur, tradicionalmente ocupada por los romanistas, lo que aprovecharon para pegar los carteles con las imagenes de la adolescente muerta en el campo de exterminio nazi de Bergen Belsen.

“Romanista maricón”o “romanista hebreo”fueron algunos de los insultos que acompañaron los fotomontajes con la fotografía de Anna Frank, lo que desató la indignación y la condena del presidente italiano, Sergio Mattarella, quien denunció la “obtusa crueldad del antisemitismo”.

En tanto, la policía informó que gracias a las videocámaras de seguridad han sido identificados 16 hinchas laziales responsabilizados de haber pegado los adhesivos, entre los que hay un adolescente de 13 años de edad.

El fiscal adjunto de Roma, Francesco Caporale, confirmó la apertura de una indagación con la hipótesis de instigación al odio racial contra los responsables.

Anna Frank murió a los 15 años de edad en el campo de exterminio nazi de Bergen Belsen, a donde había sido deportada.

La adolescente se hizo famosa por el diario que escribió mientras permaneció escondida con su familia y otros judíos en Amsterdam antes de ser descubiertos y arrestados en agosto de 1944.