El sacrificio humano en la época prehispánica, diablos, ángeles, calaveras y catrinas ejecutando diversas coreografías, enfundadas en un colorido y folclórico vestuario, nutren el espectáculo «Y ¿a dónde irán los muertos?«, que se apoderó anoche del Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, de la capital mexicana.
Bajo la dirección de Guillermo González, el espectáculo se centra en la coreografía del mismo nombre, la cual aborda diversos conceptos que sobre la muerte tuvieron los mexicas y pobladores novohispanos, además de los habitantes rurales y urbanos de ayer y de hoy.
Realizado por el Ballet Folklórico Mexicano, la obra coreográfica rinde un tributo a la celebración del Día de Muertos en México, dijo el propio González al presentarla.
“Esta coreografía es una preocupación y reflexión que hacemos todos los seres humanos desde que existimos sobre la tierra. Y la pregunta es el origen de la vida, ¿A dónde van las almas de los espíritus después de la muerte?
“Tenemos a la ciencia que va teniendo más descubrimientos y la verdad sigue siendo relativa conforme aparecen más conocimientos. Esto es una pauta para que el tema lo aborden los filósofos, los religiosos, ideólogos y todos son inspiraciones mágicas, algunas fantasiosas, sin embargo, esto conlleva a tener un concepto sobre la muerte”, dijo.
Destacó que el estreno de su pieza, pretende hacer una retrospectiva de lo que significó el concepto de la muerte en todos los tiempos.
“El concepto de la muerte desde la época prehispánica es que dependían de qué morían, sería el destino de las almas, si morían con elementos relacionados con el agua, se iban con Tláloc, si era de muerte natural, regresaban al Mictlán, si era en la guerra en honor, en sacrificio a los dioses, se iban con el Dios Tonatiuh.
“Con la conquista española esto cambió, ahora ya no es como te mueras, sino de cómo te portes, si lo haces bien vas al paraíso, si lo haces mal, vas al infierno, y todos estos pasajes sobre la muerte se abordan en esta coreografía”, señaló.
El coreógrafo sostuvo que el concepto sobre la muerte, sin duda fortalece los privilegios de la clase dominante sea en la etapa que sea, época prehispánica o colonia, «y ese es el objetivo principal, reforzar esos privilegios de esa minoría gobernante en detrimento de esa mayoría gobernada».
En escena, cerca de 30 bailarines brindan un espectáculo ciento por ciento mexicano, haciendo énfasis en la muerte desde la época prehispánica hasta nuestros días.
Se transita desde un sacrificio humano; se pasa por un sepelio al estilo rural, donde el difunto cobra vida de manera chusca; diablos se hacen presentes con todo y su trinche; catrinas bailan con indios y calaveras ofrecen una coreografía muy moderna.
Desde siempre, el hombre ha buscado una explicación al misterio de la vida y su destino después de la muerte, en respuesta ha diseñado diversas concepciones religiosas con sus dioses, héroes, mitos y rituales en todos los tiempos y lugares.
El espectáculo abarca de manera central el estreno de la coreografía «Y ¿a dónde irán los muertos?», como un homenaje a nuestros muertos, además de ofrecer otras coreografías que tratan sobre el pueblo huichol, la Revolución Mexicana y la cultura africana en nuestro folclor, todo en cerca de dos horas.