La primera ministro fue acusada de permitir que dos ministros conocidos como «acosadores sexuales seriales» sigan en el gobierno. Algunos colaboradores de May dijeron al diario que ella está al tanto de las acusaciones de abuso contra diputados del Partido Conservador.

May sabe todo debido a las informaciones que recibe al reunirse con su jefe de bancada, Gavin Williamson, quien le lleva los chismes y las acusaciones contra parlamentarios «tories» implicados en escándalos sexuales y de drogas.

Según la prensa británica, uno de los mayores «sospechosos» en este escándalo es Mark Garnier,ministro de Comercio, acusado de enviar a su secretaria a comprar juguetes sexuales y de dirigirse a ella con demasiado aprecio en público.

El diputado conservador Stephen Crabb, de 44 años y ex ministro de Trabajo, admitió haber intercambiado mensajes sexuales con una chica de 19 años que buscaba empleo en el Parlamento, informó la agencia de noticias ANSA.

De acuerdo con el diario The Guardian, May pidió al presidente de la Cámara de Diputados, John Bercow, para que ponga en marcha un sistema de atención a los empleados del parlamento que necesiten denunciar comportamientos inapropiados de los políticos.