El acuerdo nuclear de Irán con las principales potencias del mundo pende de un hilo, y aun así el país del Medio Oriente decidió no asistir a una conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre energía nuclear que se celebraba este lunes en Emiratos Árabes Unidos.
Los asientos reservados para la delegación de la República Islámica permanecieron vacíos. Por su parte, Yukiya Amano, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, evitó hablar sobre el acuerdo nuclear iraní durante su discurso en el recinto.
Funcionarios de la Organización de Energía Atómica de Irán no respondieron preguntas. Bahram Ghasemi, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, dijo que “no tengo información” sobre la decisión.
En una conferencia de prensa, luego de su discurso, Amano declinó hablar sobre el tema.
“Esta conferencia está abierta a todos los países y a todos les damos la bienvenida”, indicó Amano. “Pero, por supuesto, depende de cada país si asiste o no. No comentaré sobre la participación de Irán. Ya depende de ellos decidir”, agregó.
Durante una visita a Irán el domingo, Amano indicó a los medios de comunicación que Teherán sigue cumpliendo con su parte del acuerdo nuclear de 2015. El magnate Donald Trump declinó ratificar el pacto y lo envió al Congreso para que se pronuncie al respecto.
Tanto Emiratos Árabes Unidos como la vecina Arabia Saudí siguen muy desconfiados y escépticos del acuerdo nuclear, el cual alivió sanciones económicas para Teherán a cambio de limitar su enriquecimiento de uranio. Los dos países del Golfo Pérsico dijeron que el dinero que fluye hacia Irán ha ayudado a respaldar a las milicias chiíes en Irak y al asediado presidente sirio Bashar al Assad.
Quien también comparte la desconfianza es Israel, que mandó una delegación a la conferencia sobre energía nuclear. Al igual que otros países árabes, Emiratos Árabes Unidos no tiene relaciones diplomáticas con Isrnael y se opone a su ocupación en territorios que los palestinos quieren para formar su país.
Los organizadores de la conferencia pidieron a los medios de comunicación no filmar a la delegación israelí. Su presencia casi creaba un problema diplomático único debido a que los organizadores los habían colocado al lado de la delegación de Irán.