La Unión Americana de Libertades Civiles informó que exigieron al gobierno de Estados Unidos la liberación de una niña inmigrante que fue detenida por autoridades estadounidenses tras ser intervenida quirúrgicamente en Laredo, Texas.

Se trata de Rosa María Hernández, de 10 años de edad, quien padece parálisis cerebral y fue operada en el Hospital Driscoll de Corpus Christi. Mientras le retiraban la vesícula, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza custodiaban a la menor, que por el momento permanece en un albergue sin poder ver a sus familiares desde su detención.

Alex Gálvez, abogado de inmigración, explicó que la demanda se guiará por el derecho constitucional estadounidense que vela por el lazo entre madre e hija.

La organización reprocha que la menor no representa una amenaza para Estados Unidos, por lo que el proceder de las autoridades es improcedente.

Por su parte, defensores de los derechos de los inmigrantes han pedido la intervención del senador republicano John Cornyn, al considerar que no debieron actuar de tal manera con la menor.