El subsecretario para América del Norte, Carlos Sada Solana, informó que el próximo 8 de noviembre ejecutarán a Rubén Ramírez Cárdenas, mexicano acusado en Texas por violación y homicidio.
El Departamento de Justicia Criminal de Texas piensa aplicar una inyección letal en una prisión de alta seguridad, al originario de Irapuato, ya que está cumpliendo una condena desde el 22 de febrero de 1997, por crímenes en contra de su prima de 16 años.
La Secretaría de Relaciones Exteriores, comentó que los abogados defensores están haciendo un gran esfuerzo, ya que pretenden retirarle la pena de muerte para que entre a un proceso de cadena perpetua, aclarando que “lo defenderán hasta el último momento”.
Miguel Márquez Márquez, gobernador de Guanajuato, mostró interés en agosto pasado, por ayudar a Ramírez Cárdenas, así que solicitó al gobernador de Texas, Greg Abbott, pruebas genéticas de ADN como prueba para demostrar la inocencia de su compatriota, formalizándose así con la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Rubén Ramírez Cárdenas es uno de los 51 mexicanos sentenciados a muerte en Estados Unidos, estos casos los revisó la Corte Internacional de La Haya, en la sentencia conocida como Fallo de Avena, ya que se violaron los derechos al solicitar asistencia legal al país de origen.
El pasado 10 de octubre, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), reiteró su petición a Greg Abbott y a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas, para que se conmute la pena contra Ramírez Cárdenas por otra sentencia de prisión.