El Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), dio fin al Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) de Nicaragua y dio una prórroga de seis meses para Honduras, sobre la cual no se toma una decisión final.

El próximo 5 de enero se tendrán un límite de 12 meses para regresar ordenadamente al país o una legalización para la permanencia de los nicaragüenses.

El TPS fue otorgado por primera vez el 5 de enero de 1999, y el cual ampara la deportación de inmigrantes centroamericanos en Estados Unidos, esto como parte de una respuesta humana del entonces presidente, Bill Clinton, tras el paso del huracán, Mitch en Centro América.

Con el Estatus de Protección Temporal se había podido frenar temporalmente las deportaciones, además de otorgar una autorización de empleo, la cual expira al término de la última prórroga, es por eso que había sido renovado más de una docena de veces.

Aún queda la posibilidad de que el Congreso legisle sobre el tema y busque una solución permanente para los afectados por la decisión del DHS.

El 24 de mayo el entonces secretario del DHS, John Kelly, anunció la última prórroga del TPS de Haití, que ampara de la deportación a unos 57,000 indocumentados de ese país caribeño que viven en Estados Unidos.

Francisco Portillo, director de la Organización Hondureña Francisco Morazán, dijo que la nueva prórroga para los hondureños, “si bien se trata de un período de tiempo menor que las anteriores, es suficiente para pedirle a la Cámara de Representantes y al Senado una vía de legalización para los ‘tepecianos’”, o beneficiarios del TPS.

El dirigente dijo que la comunidad hondureña beneficiada durante casi dos décadas por el TPS “agradece el tiempo concedido para que la gente se prepare, pero consideramos que el gobierno y el Congreso debió hace mucho tiempo darnos la oportunidad de un estatus legal permanente”.