En el periodo comprendido entre enero y septiembre de 2017 se estableció un nuevo récord de robo de combustible de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), al registrarse 7 mil 642 tomas clandestinas.

Según datos de la empresa en la Plataforma Nacional de Transparencia, la cifra de los primeros 9 meses del año es superior a lo registrado en el mismo lapso del año pasado, cuando hubo 6 mil 873 tomas, para marcar el récord histórico para el país.

En el caso particular de mes de 2017, fueron 928 las perforaciones para robar gasolinas, diésel y turbosina, entre otros.

Las cifras de este año reflejan que cada día fueron realizadas 27.9 tomas, una cada 2.22 kilómetros de la red de ductos.

Mientras, en 2016 fueron 18.8 perforaciones diarias, una cada 3.47 kilómetros.

El gobierno federal había señalado que este delito venía a la baja, gracias la estrategia integral entre Pemex, la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para combatir el mercado ilícito de combustibles.

Durante su comparecencia el pasado 18 de octubre ante la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, el director de Pemex, José Antonio González Anaya, aseguró que el robo de combustibles había disminuido.

González Anaya señaló también que mientras en 2016 se recuperaron 4 millones de litros de combustible robado, de enero a septiembre de este año se habían recuperado 11 millones.

No obstante, si en julio la cifra había alcanzado 728 tomas clandestinas, en agosto y septiembre, la operación de los huachicoleros llegó a 925 y 928 perforaciones ilegales, respectivamente.

Guanajuato sigue a la cabeza, con mil 393 tomas clandestinas; le sigue Puebla, con mil 92; Tamaulipas, con 880; Veracruz, con 769; Hidalgo, con 727; Estado de México, con 726, y Jalisco, con 401.