Legisladores demócratas criticaron hoy la decisión de la administración de Donald Trump de cancelar el programa de protección temporal (TPS) para nicaragüenses y de no definir con claridad el futuro de los hondureños.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció anoche la terminación del TPS para cinco mil 300 nicaragüenses, los cuales deberán abandonar Estados Unidos para el 5 de enero de 2019.

Sin embargo postergó la decisión sobre la suerte de unos 86 mil hondureños, quienes podrán permanecer en el país al menos hasta el 5 de julio del 2018, pendiente de una determinación final según las condiciones en el país.

“La irresponsable decisión de la administración Trump de terminar el TPS para los nicaragüenses partirá a las familias y desquiciará las vidas de estos individuos trabajadores”, deploró la presidenta del Grupo Legislativo Hispano del Congreso, Michelle Luján.

La legisladora enfatizó que ahora es la responsabilidad del Congreso estadunidense otorgarles algún tipo de alivio migratorio.

“La decisión del Departamento de Seguridad Nacional de terminar el TPS para nicaragüenses es cruel y miope”, sostuvo la legisladora Demócrata Lucille Roybal-Allard.

“Y el breve alivio para los hondureños solo abona a su ansiedad e incertidumbre sobre su futuro en Estados Unidos”, añadió.

Desde la presidencia de Bill Clinton, los presidentes de Estados Unidos habían estado extendiendo los TPS por 18 meses adicionales, pero la práctica fue cambiada por la administración Trump.

En el caso de los salvadoreños y haitianos, el DHS anunciará la decisión en fecha próxima. Aunque tradicionalmente los programas habían sido extendidos por 18 meses, la administración Trump sólo dio a los haitianos una extensión de seis meses.

El entonces secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, dijo a los haitianos en su momento que debían prepararse para regresar a sus países.

Los TPS fueron aprobados por el Congreso estadunidense para acoger inmigrantes afectados por la guerra civil o desastres naturales, y permiten a sus beneficiarios residir y trabajar legalmente en el país.

Funcionarios de la administración Trump dejaron en claro que una vez que concluya la protección del TPS, los inmigrantes regresan a la condición migratoria que tenían antes del programa, con lo cual se hacen elegibles a la deportación en la mayoría de los casos.

Aquellos que tengan reclamos legítimos para permanecer en Estados Unidos por motivos distintos a la determinación original del programa, deberán hacer uso de los recursos legales a su alcance para buscar regularizarse, explicaron.

Los nicaragüenses y hondureños dispondrán de un periodo de 60 días para reinscribirse en la extensión del programa, o de lo contrario perderán los beneficios.

Para el caso de los salvadoreños y haitianos, el Departamento de Seguridad Nacional deberá tomar una decisión para el 9 de enero del 2018.

Se estima que más de 200 mil salvadoreños y más de 50 mil haitianos son beneficiarios del TPS, los primeros con motivo de la guerra civil en su país y los segundos por el terremoto de 2010.