La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, presentó hoy un escrito ante los tribunales en el marco de una causa en la que se acusa de haber participado de una red de corrupción.

El juez Julián Ercolinia había solicitado la comparecencia de la exmandataria, quien a pesar de que cumplió con el citatorio, se negó a responder preguntas y se limitó a entregar un documento.

Por eso Fernández de Kirchner estuvo sólo alrededor de media hora en los tribunales, en donde se montó un operativo de seguridad por si llegaban militantes en su apoyo, lo que no ocurrió.

Ercolini está a cargo de la llamada “causa Hotesur”, nombre de una sociedad anónima propiedad de la familia Kirchner que es investigada por supuesto lavado de dinero.

Según la fiscalía, los Kirchner fingían que les alquilaban habitaciones de hoteles de su propiedad a Lázaro Báez y a Cristóbal López, empresarios que fueron favorecidos con millonarios contratos de obra pública durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

La justicia sospecha que esos alquileres eran ficticios y, en realidad, formaban parte de una maniobra de corrupción en la que los empresarios pagaban un “retorno” (soborno) en agradecimiento por los millonarios contratos recibidos.

En su defensa, Fernández de Kirchner niega cualquier delito e insiste en que siempre declaró sus bienes y enriquecimiento en las declaraciones patrimoniales que presentó mientras fue presidenta.

Según la senadora electa, los delitos que se le imputan ya fueron investigados y desechados, y ahora se reviven únicamente como parte de una persecución del actual gobierno de Mauricio Macri en contra de los opositores.

«Ningún razonamiento puede explicar semejante incoherencia, la cual solo resulta entendible en el marco de una inédita y grotesca campaña de persecución política, mediática y judicial que no registra antecedentes similares, al menos en tiempos democráticos», denunció.