Un grupo de 11 mujeres presentaron en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo sucedido en los disturbios en San Salvador Atenco en mayo de 2006, acusan agresión física, psicológica y sexual por parte de policías en México.

Después de 11 años de lo sucedido, Bárbara Italia Méndez una de ellas, comenta que las “han hecho sentir repetidamente pequeñas, inválidas, rotas y sin valor”, ya que en muchas ocasiones acudieron a denunciar este suceso, sin ser escuchadas.

Existen tres causas abiertas y ningún responsable directo en la cárcel, pese al informe que en diciembre de 2015 exigía al Gobierno mexicano la investigación sobre los distintos grados de responsabilidad, desde la autoría material, hasta posibles autorías intelectuales.

Norma Jiménez relató cómo policías la detuvieron en Atenco el 4 de mayo, la golpearon y la insultaron, «Nos decían que nos iban a matar y a desaparecer, que nuestras familias nunca iban a encontrarnos».

Todos los testimonios son parecidos, relatan amenazas, golpes, intimidaciones, burlas de los médicos y de los funcionarios de la fiscalía estatal; Angélica Patricia Torres, denunció que incluso una funcionaria de la Comisión Estatal De Derechos Humanos del Estado de México negó que le hubiera ocurrido «Me dijo que no, que no me habían violado«.

No obstante a las 11 mujeres se les acusó de un crimen, una de ellas llegó a pasar dos años en prisión, otra un año y el resto vivieron recluidas unos días, observando como fueron procesadas por el mismo estado al que acusaban.

Luego de que el gobierno federal intentara construir un nuevo aeropuerto para la capital, los vecinos de Texcoco y Atenco en el Estado de México, comenzaron una manifestación después de que desalojaran a un grupo de vendedores de flores, los cuales acusan que contaban con los permisos correspondientes.

El 3 y el 4 de mayo de 2006, policías del Estado de México y agentes de la Policía Federal, se enfrentaron con pobladores de Texcoco y Salvador Atenco, cercaron la zona y detuvieron a más de 200 personas entre ellas a 50 mujeres, de las cuales 31 denunciaron agresiones sexuales de los policías.