Con fuegos artificiales, mensajes de amor y sombreros mexicanos, Green Day cerró con broche de oro en el Corona Capital.
Después de 13 años la banda estadounidense de punk rock celebró su regreso a México con un espectacular concierto de casi tres horas como acto principal del segundo día del festival, en el que interpretó sus viejos éxitos, así como canciones de los Beatles y los Rolling Stones.
Uno de los milagros de la noche fue que el vocalista Billie Joe Armstrong le pidió al público que guardara los celulares y se olvidara de las redes sociales “para disfrutar el ahora” y lo logró, por lo menos durante un par de canciones.
Era evidente que Armstrong, Mike Dirnt y Tré Cool se estaban divirtiendo tanto como la multitud, que los escuchó y coreó hasta casi la una de la mañana.
“Esta noche no habrá basura negativa, no habrá más mentiras, no habrá más corrupción”, dijo Armstrong. “Porque esto no es un partido político, esto es una celebración de rock. … Esta noche es de amor, pasión y locura. ¡Amor pasión y locura!”, dijo Armstrong, esta última parte en español.
El amor que profesa Green Day es punk, por lo que hubo espacio para headbanging, un poco de slam y mucho poder con canciones como “Hitchin’ A Ride” y “Bang Bang”, la segunda de su más reciente álbum, “Revolution Radio”, cuyo concierto final de su gira fue en el Corona.
“¡México, repitan después de mí: no al racismo, no al sexismo, no a la homofobia, no a los muros y no a (gorsería) Donald Trump!”, gritó Armstrong antes de entonar “Holiday”.
Green Day subió a dos fans al escenario. Primero invitó a un admirador punk de la vieja guardia que entonó “Longview” mientras Armstrong lo observaba, y más tarde pidió que subiera alguien que supiera tocar la guitarra eléctrica para un par de acordes. Esta persona, una mujer con shorts de cuero y tacones, al principio lució nerviosa, pero logró tocar mientras Armstrong cantaba «Knowledge». Al final la chica no solo tuvo el honor de tocar con Green Day; también se llevó la guitarra de regalo.
“Déjeme decirles algo chicas, no puedo esperar a que dominen el (grosería) mundo, estoy tan cansado de esta basura patriarcal. Las mujeres van a dominar el mundo”, dijo Armstrong. “¿Me escucharon hombres? Porque frente a cada hombre hay una mujer poderosa, es verdad, ese es el futuro y nuestra cultura está cambiando y nosotros tenemos que entender y ponernos al frente de la cultura”.
El concierto arrancó con un fragmento del tema principal del clásico de Stanley Kubrick “2001: Odisea en el espacio” para dar paso a “Know Your Enemy”. Terminó, como acostumbra la banda, con “Good Riddance”, pero en medio hubo muchos grandes momentos.
Armstrong se puso una gorra de policía y Mike Dirnt un sombrero de charro cuando el saxofonista invitado Jason Freese, con un tocado de faraón egipcio, comenzó a tocar el clásico de los 60 “Tequila”. También tocaron una versión súper extendida de “Shout” de los Isley Brothers en la que Armstrong terminó acostado en el suelo, y entonó “Hey Jude” de los Beatles y “(I Can’t Get No) Satisfaction” de los Rolling Stones.
Pero por encima de todo, fueron las grandes canciones de Green Day como “Minority” y “American Idiot” las que hicieron que la banda galardonada con cuatro premios Grammy y miembro del Salón de la Fama del Rock borrara esa distancia de tantos años con el público.
Previamente en el día la banda británica Alt-J fue uno de los actos más celebrados. Sin muchos preámbulos lograron atrapar al público con “In Cold Blood” y “Deadcrush” de su álbum “Relaxer”, lanzado este año, así como “The Gospel of John Hurt” y “Fitzpleasure”, para las que dieron rienda suelta a los bajos y el volumen para convertirlas en auténticas canciones de estadio.
The Shins, de Nuevo México, demostró que a más de veinte años de creada sigue rockeando con “Saint Simon», “Painting a Hole” y “Half a Million”. Phoenix, Dua Lipa (recientemente galardonada artista revelación en los premios MTV EMAS), Grouplove y The Sounds también ayudaron a que esta edición del Corona Capital cerrara con broche de oro.