En Brasil se realiza un certamen de belleza llamado “Miss Talavera Bruce”, en el que las participantes son reclusas de un penitenciario y concursan para ser elegidas como una de las chicas más bonita del lugar.
Situada en el barrio de Bangú, en la zona oeste de Río de Janeiro, la prisión busca desde hace años «reconstruir la autoestima de las presas», explica, Janaina Fernández directora del centro Talavera Bruce.
Los preparativos para el certamen comienzan cinco meses antes, con una selección de las precandidatas, quienes deben mostrar un buen comportamiento, desenvoltura en la pasarela, aparte de belleza.
De las 450 internas que hay en la Talavera, 150 optan por participar en el concurso y sólo diez de las chicas serán las finalistas seleccionadas.
El concurso es apoyado por algunas ONG’s y miembros de una iglesia evangélica quienes apoyan a las candidatas con ropa, además de proporcionar maquillaje y peluqueras.
En hilera cada una de las participantes camina entre las celdas de la prisión, quienes son observadas por sus demás compañeras que las elojian con piropos.
Son calificadas por los jueces entre ellos directivos de Talavera Bruce y los representantes de las instituciones caritativas, cuando se elige a la ganadora, recibe como premio un ventilador, el cual es un objeto privilegiado y muy cotizado en la cárcel.