Baja California Sur se ha colocado en los últimos años como la tercer entidad más violenta del país, detrás de Colima y Guerrero; esto, gracias a su elevada cantidad de homicidios derivada de enfrentamientos entre grupos criminales y la omisión del gobierno estatal.

Una tasa de homicidios dolosos 50.5 pone a la entidad entre las más violentas, por encima incluso de Chihuahua y Baja California, gracias a un aumento del 426 por ciento respecto a 2013, para llegar a 469 asesinatos de enero a octubre de 2017.

Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el total de homicidios entre 2013 y 2017 fue de mil 116.

Consultado por Animal Político, Armando Rodríguez, especialista del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede), señala a la disputa del Cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación (CJNG) por la ruta del trasiego de drogas (sobre todo por el Pacífico y el Mar de Cortés) como la causa del aumento de la violencia.

Rodríguez agregó que ambos grupos criminales han adoptado prácticas de tortura y exposición de cuerpos, con el fin de controlar grupos locales de narcomenudistas que tienen actividad en la zona turística de Los Cabos y tener poder sobre el comercio de drogas, sin necesidad de extender sus estructuras.

Ejemplos de dicha violencia son el asesinato, el pasado 20 de noviembre, del ombudsman estatal, Silvestre de la Toba Camacho, y el hallazgo en junio de una fosa clandestina en Los Cabos.

Asesinan a ombudsman de Baja California Sur

Mientras, Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, consideró que era previsible el ambiente actual de violencia en Baja California Sur; no obstante, el gobierno estatal no tuvo una respuesta eficaz a este problema.

Así, coinciden especialistas, han crecido la incidencia delictiva y la comisión de homicidios y extorsiones; éstas últimas aumentaron 62 por ciento, al pasar de 123 en 2013 a 200 de enero a octubre de este año.

Además, temen que con la cercanía de los comicios electorales, los grupos criminales busquen alianzas o colusiones con autoridades o políticos locales.