Slobodan Praljak falleció el miércoles pasado, después de beber cianuro en la corte del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia, en la Haya.
Durante la lectura del veredicto que confirmó su condena a 20 años de prisión por crímenes de guerra, el general Praljak proclamó su inocencia, rechazó la condena y, acto seguido, ingirió un líquido que provocó que se desmoronara y falleciera horas después en un hospital de La Haya.
Los jueces sentenciaron a Praljak y a otros seis exmilitares y políticos bosnio croatas, por los crímenes ocurridos en la ciudad de Mostar durante la guerra de Bosnia entre 1992 y 1995.
En un comunicado publicado este viernes, la Fiscalía ha explicado que las pruebas toxicológicas han determinado que el general bosniocroata tenía «una concentración de cianuro de potasio en su sangre» que provocó que su corazón tuviera un fallo, «que ha sido identificado como la supuesta causa de su muerte«.
El cianuro es un compuesto químico letal que al ser ingerido impide que el oxígeno portado por los glóbulos rojos llegue a las demás células del organismo, deteniendo así el proceso de la respiración celular.