El informe que elaboró el abogado David Anderson y fue ordenado por la secretaria británica del Interior Amber Rudd determinó que el atentado del 22 de mayo se habría frustrado «si las cartas hubieran caído de forma diferente».

David Anderson comentó que tres extremistas involucrados en cuatro ataques en Gran Bretaña a principios del año fueron investigados en algún momento por la policía antiterrorista o por las fuerzas de seguridad.

Anderson acreditó a la policía y al servicio de inteligencia británico MI5, para impedir la mayoría de ataques en el momento que Gran Bretaña enfrentara un nivel sin precedentes de actividad extremista.

«El MI5 y la vigilancia antiterrorista han hecho un buen trabajo. Particularmente en el caso de Manchester, habrían tenido éxito si las cartas hubieran caído de forma diferente», mencionó Anderson.

Algunos de estos detalles ya se conocían con anterioridad, pero Anderson planteó que el MI5 pudo haber evitado el atentado de haber manejado la información de forma diferente.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, declaró que debe abordarse el tema de los importantes recortes presupuestales impuestos a la policía londinense por parte del gobierno central.

«El gobierno debe acordar urgentemente incrementos reales al financiamiento de la policía en los siguientes años si queremos mantener el número de agentes y a los ciudadanos seguros», comentó Khan.

Los reportes dicen que el atacante de Manchester, Salman Abedi, no estaba bajo investigación cuando detonó su aparato explosivo, aunque anteriormente fue considerado «sujeto de interés».

Anderson dijo que el MI5 obtuvo información meses antes del ataque que hubiera conducido a una investigación en activo para Abedi «si su verdadera importancia hubiera sido entendida apropiadamente».

El reporte dice que dos piezas de información llegaron al MI5 indicando una posible actividad criminal por parte de Abedi, pero se consideró que eso no estaba relacionado con un posible ataque terrorista.

Anderson comentó que las autoridades antiterrorismo no alertaron después de que Abedi viajó a Libia en abril. «Esa fue una oportunidad perdida».