La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos sobre la defunción del menor Miguel “N”, hijo de Silvia Reyes Batalla, la joven indígena que pretendía viajar a Puebla con el cuerpo de su hijo en brazos.
A través de las redes sociales, se virilizó la imagen de la mujer de 25 años quien esperaba en un andén de la Terminal de Autobuses Poniente (TAPO), con su hijo de apenas tres años, el cual tenía varias horas de fallecido y estaba envuelto en plástico transparente
Tras el hecho, usuarios de la terminal solicitaron la intervención de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), quienes entrevistaron a la mujer de origen indígena.
Ella explicó, que su hijo Miguel murió a consecuencia de un problema cardiaco y reveló además que en ningún hospital la quisieron atender porque no tenía dinero para pagar la consulta ni los medicamentos del menor.
A pesar de su argumento, la mujer fue puesta a disposición del Ministerio Público para que nuevamente corroborara su información con las autoridades correspondientes, además para practicarle al cuerpo del menor la necropsia y determinar causas de muerte.
Cabe mencionar que una vez que se realizaron las diligencias correspondientes, las autoridades del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) dieron a conocer que Miguel murió a consecuencia de un infarto agudo al miocardio derivado de un ataque epiléptico, hecho que concuerda con la versión que Silvia les había narrado a las autoridades, por tal razón fue puesta en libertad.
No obstante, las autoridades de la CDMX realizaron todas las gestiones necesarias para facilitar el traslado de la madre y el menor a su lugar de origen.
Este caso llamó la atención de las autoridades del estado de Puebla, de donde son originarios Miguel y su madre, por lo que no descartan iniciar una investigación para localizar a los familiares y el domicilio donde aparentemente trabajaba la mujer en el cual sufre explotación laboral de acuerdo a lo que ella refiere.
La investigación servirá también para deslindar responsabilidades, aunque la muerte de Miguel se debió a causas naturales, no se descarta que pueda existir una omisión en el cuidado del menor.