Unas horas antes de participar en la reunión convocada por el presidente francés, Emmanuel Macron, el mandatario mexicano consideró impostergable emprender acciones para detener el deterioro ambiental porque “quizá seremos la última generación de mujeres y hombres que tenga en sus manos la posibilidad de detener el calentamiento del planeta”.

Por ello, añade, México ha asumido la responsabilidad de una “pronta y eficiente” aplicación del Acuerdo de París (signado hace exactamente dos años) al considerarlo el mejor camino para reducir las emisiones de efecto invernadero y transitar hacia economías verdes, responsables y sostenibles.

“Ya contamos con la voluntad política mundial, materializada en el propio Acuerdo, ahora necesitamos los medios para ponerla en marcha”, apuntó Peña Nieto.

En su colaboración editorial, el jefe del Ejecutivo planteó que el tema principal de las conversaciones en esta nueva cita en París consiste en encontrar nuevas fuentes de financiamiento, en particular para los países en desarrollo, para transformar los modos de producción y buscar métodos alternativos de generación de energía. “Dialogaremos sobre iniciativas y mecanismos para reunir recursos financieros contra el cambio climático, como el establecimiento de un precio al carbono”, anticipó también.

Se refirió así, a la creación en México de un Mercado de Carbono que operará muy pronto desde la Bolsa Mexicana de Valores y en el cual participarán cerca de 500 industrias y donde se asignará un precio aproximadamente 400 millones de toneladas de CO2. Y expuso, además, su convicción sobre la posibilidad de construir un mercado regional en América del Norte con los socios en California, Quebec y Ontario, así como con países de Latinoamérica, “para impulsar esquemas de transferencia de bonos de carbono”.

Asimismo, y en forma adicional “hemos instrumentado reformas en materia energética y hacendaria que impulsan una inversión en energías alternativas y que serán la base para eliminar los subsidios a los combustibles fósiles” y mencionó la creación de los Certificados de Energías Limpias por los cuales los grandes consumidores podrán cumplir con la obligación de usar en sus procesos de producción un mínimo de 5 por ciento de energía proveniente de fuentes limpias.

A partir de asumir la vulnerabilidad de México ante los cambios climáticos, el mandatario mexicano refirió en el mismo artículo las acciones emprendidas por la administración federal en la adaptación basada en ecosistemas, protección de la biodiversidad, gestión integral del agua y conectividad entre Áreas Naturales Protegidas, así como las medidas comunes emprendidas con los países del Caribeño “para prepararnos mejor ante el riesgo de desastres naturales”.

E insistió: “la postura de México es firme: aplicar el Acuerdo de París para asegurar a las futuras generaciones un porvenir más limpio, sano y en equilibrio con el medio ambiente. Los hacemos con la convicción de que es nuestra obligación, porque nuestro planeta es la casa de todos”.