Hombres armados del Estado Islámico asaltaron el lunes un edificio parcialmente construido cerca de un centro de entrenamiento de inteligencia en la capital afgana, desencadenando un tiroteo con las fuerzas de seguridad.
Nasrat Rahimi, portavoz adjunto del Ministerio del Interior, dijo que la lucha terminó cuando las fuerzas de seguridad afganas mataron a tiros a los tres atacantes sin sufrir bajas.
Dijo que los hombres armados, que lanzaron su asalto con un coche bomba y granadas propulsadas por cohetes, parecen haber estado usando uniformes de la policía. Los militantes tomaron posiciones en el sitio de construcción para disparar contra el centro de entrenamiento.
El grupo Estado Islámico reclamó el ataque en una declaración transmitida por su agencia de noticias Aamaq, diciendo que dos combatientes habían atacado un centro de inteligencia en Kabul.
En los últimos años ha surgido un poderoso afiliado de la IS en Afganistán que está compuesto en gran parte por insurgentes ex insurgentes talibanes. El grupo no es tan grande ni arraigado como los talibanes, pero ha llevado a cabo una serie de ataques mortales, dirigidos principalmente a las minorías chiítas y las fuerzas de seguridad.
IS también ha chocado con los talibanes. Los dos grupos están ferozmente divididos sobre ideología, táctica y liderazgo.
El domingo, un ataque talibán en un puesto policial en la provincia occidental de Badghis mató a un oficial de policía e hirió a otros tres, dijo Gulam Haydar Sarwari, jefe de policía adjunto de la provincia. El oficial asesinado era el comandante de la policía del distrito, agregó.
Sarwari dijo que el ataque desencadenó fuertes enfrentamientos en los que decenas de atacantes talibanes fueron expulsados. No hubo un reclamo inmediato de responsabilidad por parte de los talibanes, que regularmente realizan ataques en todo el país y han tomado el control de varios distritos.
En la ciudad oriental de Mihterlam, capital de la provincia Laghman, dos explosiones separadas mataron a un agente del servicio de inteligencia y un civil, según Sarhadi Zwak, portavoz del gobernador provincial. Otras seis personas resultaron heridas en el segundo ataque, incluidos niños. Nadie se atribuyó de inmediato la responsabilidad de ninguna de las explosiones.