Pedro Pablo Kuczynski, presidente de Perú, en uno de sus intentos por evitar que la oposición lograra los 87 votos necesarios para ser destituido, abogó por “permanente incapacidad moral«, declarando que no ha sido suficiente polijo, pero no es corrupto.
En el Congreso peruano Pablo Kuczynski luchaba por seguir en el mandato tras las revelaciones respecto a la empresa Odebrecht, y para lograrlo apeló al antifujimorismo, uno de los movimientos más poderosos del país.
También pidió a los demás congresistas que no colaboraran en el golpe de los autócratas, expresando que en sus manos, se encontraba la salvación de la democracia o de hundirla por mucho tiempo.
Dentro de los pocos parlamentarios que apoyan en el Congreso a Kuczynski, se espera que puedan ser de relevancia dentro de la decisión final, ya que existen solamente 18, sin embargo la bancada fujimorista cuenta con 71 parlamentarios de 130.
De aprobar la destitución Martín Vizcarra, vicepresidente peruano, ocuparía el mandato; considerado como un hombre de confianza, sin embargo si Mercedes Araoz, la otra vicepresidenta, no aceptaran el cargo como se han anunciado, el presidente del Congreso, Luis Galarreta, ocuparía la presidencia de Perú.
“Vengo a enfrentar de pie y dando la cara una acusación falsa y ominosa, movida por un deseo inconstitucional de apartarme del poder por la fuerza de sus votos, vengo a demostrar mi inocencia (…) lo que está en juego es la democracia, que tanto le costó al Perú recuperar. El pueblo no perdona ni olvida. Todo en mi vida lo he logrado en base al esfuerzo y trabajo honesto. Vengo a decirles mirándoles a los ojos que no soy corrupto y no he mentido. Jamás he favorecido a ninguna empresa. No tengo nada de lo que avergonzarme, siempre he actuado conforme a la ley y a la ética», clamó Kuczynski
Cabe destacar que cuando el fujimorismo estuvo en el poder, se produjeron los mayores escándalos de corrupción de la historia reciente de Perú, hasta el punto de que aparecieron vídeos de sobornos a parlamentarios.