Corea del Norte aseguró que la nueva ronda de sanciones de la ONU en su contra es «un acto de guerra», y dijo que Estados Unidos y los otros países que apoyaron las estrictas medidas pagarán un alto precio.
La semana pasada, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó de forma unánime sanciones promovidas por Estados Unidos contra Corea del Norte en respuesta a su prueba de un misil balístico intercontinental que realizó en noviembre.
La embajadora de Estados Unidos en la ONU, Nikki Haley, dijo que las nuevas sanciones estrangulará el suministro de energía de Corea del Norte y endurecerá las restricciones al contrabando.
La resolución recorta las exportaciones de gasolina, diésel y otros productos de petróleo refinados por un total de 89%, dijo Haley. También prohíbe la exportación a Corea del Norte de equipo industrial, maquinaria, vehículos de transporte y metales industriales, y requiere que los países que utilizan trabajadores de esa nación los regresen en un plazo de 24 meses.
Adicionalmente, la resolución prohíbe a los países el contrabando por mar de carbón norcoreano y otras materia primas prohibidas.
El Consejo autoriza a sus miembros a inspeccionar, decomisar y confiscar cualquier navío que se encuentre en sus aguas territoriales entregando dichos materiales prohibidos.