Durante 2017, la Secretaría de Cultura realizó importantes acciones en pro de la salvaguardia y preservación de las diversas manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial de México, el cual constituye una de las grandes riquezas del país.
A través del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (Pacmyc) que respalda los proyectos destinados a la expresión y preservación de las manifestaciones relacionadas con el patrimonio cultural, se destinaron recursos por 80 millones de pesos a mil 350 propuestas en todo el territorio nacional.
Jacinto Chacha Antele, director general de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU), destacó que este programa insignia de la Secretaría de Cultura, con 28 años de existencia, se dedica a apoyar directamente a la sociedad en el quehacer de su cultura.
Con este programa, dijo, los grupos indican a la institución “qué quieren hacer con su patrimonio cultural inmaterial. Esa es la importancia, la trascendencia y la riqueza de este programa, la sociedad habla y dice qué quiere hacer con ese patrimonio”.
Gracias al Pacmyc, se ha apoyado el fortalecimiento y desarrollo de importantes manifestaciones como el son jarocho que en la región del Sotavento ya estaba en riesgo o en la recuperación del mayapax, la música prehispánica de los mayas.
Asimismo se otorgó financiamiento para el fortalecimiento de las tradiciones musicales y dancísticas de los pueblos de la tercera raíz de la costa de Oaxaca y Guerrero, de la tradición musical huasteca, además de la purépecha y de Tierra Caliente en Michoacán, pues se trata de brindarles condiciones a los grupos para que puedan desarrollar sus iniciativas a fin de fortalecer una tradición y así otorgarle condiciones de continuidad.
Jacinto Chacha Antele indicó que este año en diversos encuentros del Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de América Latina (Crespial), los 15 países representados han reconocido la valía y la trascendencia del Pacmyc, al que consideran un ejemplo de política pública en la región.
“Ese es un punto central, el reconocimiento que estos países hacen de la política pública del Estado mexicano para el caso específico del Pacmyc, como una experiencia inédita, tanto de duración como de la cantidad de proyectos y financiamientos que durante estos años ha invertido en la salvaguardia y la continuidad del patrimonio cultural inmaterial”.
Se trata de un programa sin precedente en América Latina que este año realizó el Encuentro Nacional Pacmyc para hacer una evaluación, analizar sus retos y plantear ajustes y mejoras, a fin de garantizar que a 28 años de existencia siga siendo funcional.
Esto, dijo el titular de Culturas Populares Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura, para que cumpla el objetivo planteado por Guillermo Bonfil Batalla de ser “un instrumento de la sociedad para el desarrollo de la cultura propia, para el desarrollo del patrimonio cultural inmaterial desde los mismos grupos originarios, afrodescendientes y de los creadores a nivel regional y local”.
Por otro lado, también con apoyo del Crespial y otros organismos como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se llevó a cabo el IV Congreso Internacional sobre la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial en Hermosillo, Sonora.
Este encuentro contó con la participación de 290 especialistas, quienes compartieron sus experiencias en más de 30 mesas redondas y donde se abordaron temas de gran trascendencia como el de la migración y los fenómenos de la cultura popular en la franja fronteriza, así como el de los afrodescendientes.
En este 2017, se realizó el Foro Patrimonio Cultural Inmaterial. Derechos Colectivos, convocado junto con el Senado de la República a fin de iniciar los trabajos con miras a construir un marco jurídico que proteja la propiedad ancestral de los pueblos originarios de México, expresada en el patrimonio cultural inmaterial.
El objetivo de dicho encuentro fue dialogar para crear los contextos y sentar las bases de una legislación que genere mayor certidumbre y dé protección jurídica a los conocimientos, saberes, expresiones y diseños creados por los pueblos y comunidades, para evitar su plagio y explotación comercial.
Jacinto Chacha advirtió que adicionalmente, la Secretaría de Cultura también trabaja en la creación de la Comisión para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de México, instancia de carácter permanente que dependerá de la Subsecretaría de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura de la instancia federal.
Detalló que además de generar registros, inventarios y diagnósticos, hará el manejo del patrimonio cultural, así como planes de salvaguardia de los casos que ya tienen alguna declaratoria. Se encargará asimismo de organizar los expedientes de las iniciativas que se deben presentar ante los organismos internacionales para su reconocimiento.
El patrimonio cultural inmaterial –destacó Jacinto Chacha– requiere de políticas transversales, toda vez que los saberes y conocimientos ancestrales se transmiten de manera oral y si hay rupturas en los hilos de comunicación generacional, por ejemplo de padres a hijos, se genera una disfuncionalidad en algunos elementos patrimoniales.
Por ello, muchas expresiones están en la memoria, pues al ser tradición la gente los conoce, pero los ejecutores directos, quienes tienen la técnica de ese saber, ya no existen y esas manifestaciones se han perdido.
“Esa es nuestra tarea, preservar ese conocimiento y hacer que esos saberes y técnicas se transfieran a las nuevas generaciones por los mecanismos que la sociedad acostumbra. No son cosas por decreto, ya que involucra diversos procesos sociales”.