En Yecapixtla, Morelos, el precandidato a la presidencia de la república por la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador, dijo que impulsará una “revolución pacífica” para terminar con la corrupción, inseguridad, violencia y pobreza.

Ante simpatizantes reunidos en la plaza de toros La Corraleta, afirmó que su gobierno va a conseguir un cambio radical.

Quiero ser recordado como un presidente bueno, porque quiero representar a los mexicanos como lo merecen”, manifestó, según El Sol de Cuernavaca.

El líder del partido Morena prometió que, de llegar a la presidencia, echará atrás las reformas estructurales aprobadas en este sexenio, apoyará a la agricultura y la ganadería, fijará precios de garantía a los productos del campo, restablecerá el crédito a la palabra y distribuirá fertilizantes a precios preferenciales e incluso gratuitos.

Asimismo, habló de su compromiso de pagar el doble de pensión a adultos mayores, becas salario a estudiantes y oportunidades laborales a los llamados “ninis”, para abatir la delincuencia.

Respecto a la inseguridad, López Obrador insistió en que se buscará la amnistía a criminales, pero no a secuestradores ni violadores, pues aseguró que su planteamiento “fue distorsionado”.

El político tabasqueño también se dio tiempo para hablar de la extradición del exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge -quien fue recluido en el Ceferepsi de Ayala-, al cual consideró un “chivo expiatorio” para legitimar al gobierno federal a pesar de sus escándalos de corrupción.

Antes de su discurso, el precandidato presidencial recibió un ritual de limpieza por parte de indígenas de Hueyapan.

Después, López Obrador terminó su gira morelense en Xoxocotla, donde reconoció su riqueza cultural y fue recibido con coronas de y collares de cempasúchil.