Ninguno de los exservidores públicos que -según la acusación- facilitaron la fuga de Joaquín «El Chapo» Guzmán, el 11 de julio de 2015, ha recibido sentencia condenatoria alguna por parte de la Procuraduría General de la República (PGR).
Mientras la PGR ha intentado exponer que, además de familiares y amigos, Guzmán Loera fue apoyado por exfuncionarios, estos han intentado demostrar su inocencia.
Ejemplo de ello es el agente federal Emyr Mota Carrillo, quien, recordó el diario El Universal, obtuvo su libertad por resolución de un juez y fue reincorporado al servicio.
No obstante, siguen bajo investigación por el delito de evasión de presos 13 exfuncionarios, como Celina Oseguera Parra, excoordinadora general de los Centros Federales de Readaptación Social (Cefereso); Valentín Cárdenas Lerma, exdirector del penal federal del Altiplano; y Leonor García, exdirectora jurídica del penal, quien sigue en libertad su proceso.
Algunos de los exservidores fueron sancionados por la Secretaría de la Función Pública (SFP).
Entre ellos, Leonor García, inhabilitada por 10 años por no haber declarado el estado de alerta máxima de manera inmediata al saberse de la fuga.
Misma sanción para Valentín Cárdenas Lerma, por no establecer coordinación con fuerzas de seguridad ni activar el código rojo para casos de fuga.
En tanto, señala El Universal varios policías federales están bajo proceso por no activar el código rojo al momento de la fuga:
- Jaime Galindo Hernández
- Agustín Jiménez Molina
- Miguel Ángel Flores Mirafuentes (encargado de monitorear a El Chapo)
- Arturo Hernández
- Erick Sorcia Martínez
- Herminio González Albarrán
- Miguel Ángel Cortés Carrillo
- Oswaldo Gastón Veytia Rodríguez
Además del excomandante de custodios, Roberto Cruz Bernal, inhabilitado por 10 años por no actuar de inmediato ni realizar una vigilancia permanente minuciosa en su área.
Así como Esteban Estrada Ramírez, oficial en prevención, quien recibió la misma sanción por no activar la voz de código rojo, ni dar la alerta general; y Juan Ignacio Cuarenta, otro elemento encargado de la custodia.
Monte Alejandro Rubido, entonces comisionado nacional de Seguridad, afirmó que el día de la fuga de El Chapo no se percibió ruidos en la celda, además de que el sistema de videovigilancia no tenía sonido.
Sin embargo, otro monitoreo con sonido ambiental (al cual tenían acceso Celina Oseguera, Valentín Cárdenas y el Cisen) reveló que sí se escucharon golpes de la celda de Guzmán Loera.
El Chapo Guzmán podría pasar el resto de sus días en prisión
El Chapo fue recluido en la que se creía era la zona más vigilada del penal del Altiplano: la zona de tratamientos especiales, donde era observado con circuito cerrado las 24 horas del día.
De dicha área, el criminal escapó por un túnel que conectaba el área de la regadera de su celda con un predio en obra negra a no más de dos kilómetros del Cefereso.