La celebración más representativa del estado arrancó para goce de todos los habitantes de Chiapas y el país, pero principalmente para los pobladores del lugar quienes esperan con júbilo estas fechas para deleitarse con las diversas actividades de la “Fiesta Grande de Chiapa de Corzo”, aunque la principal y más esperada  es la salida de los Parachicos.

Estos personajes llenan de colorido las principales calles del pueblo chiapacorceño quienes danzan en honor a los santos El Señor de Esquipulas, San Antonio Abad y San Sebastián, festejados los días 15, 17 y 20 de  enero.

Además, según la tradición los Parachicos salen a bailar en honor a Doña María de Ángulo, benefactora de los pobladores en los tiempos de hambruna. Cuenta la leyenda que su hijo se estaba muriendo y después de llevarlo con cuantos médicos encontrase no obtuvo ninguna cura, fue cuando los pobladores le dijeron que lo llevará con los curanderos del pueblo, así que lo llevó, curándose definitivamente de esa extraña enfermedad. Como agradecimiento, María de Ángulo repartió a los pobladores de Chiapa alimento, en el cual gritaba “para el chico” quedando así el nombre de estos personajes. Desde entonces, esta celebración se lleva a cabo a mediados de enero en conmemoración de lo sucedido, así como por los festejos de los santos antes mencionados.

El Parachico viste con un zarape de colores, una montera en la cabeza, una máscara que según representa a los españoles, un pantalón negro con bordados de la virgen de Guadalupe o algún otro santo, unos listones en su pecho en forma de cruz y una sonaja o chin chin que va sonando durante el trayecto. De esta manera danzan alrededor del patrón quien lleva a los santos.

Una fiesta que se acompaña de música, artesanía, gastronomía y las ceremonias religiosas. Cabe destacar que los Parachicos fueron declarados en el 2009 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.