La tenista mexicana Marcela Zacarías se plantea una ambiciosa temporada 2018, con un calendario que le permita sumar los puntos suficientes para subir posiciones en el ranking y entrar a disputar de nuevo las calificaciones de los grand slam.

El plan para esta temporada es disputar alrededor de 24 torneos, si es que puede juntar los apoyos y patrocinios necesarios; la meta final será acercarse al lugar 200 del ranking mundial femenil, en el que actualmente está en el 413 en singles, y tratar de recuperarse.

«Disputar más de 20 torneos es el plan, espero estar muy fuerte y sana para estar viajando con la ayuda de mis patrocinadores; esperemos que todo salga bien. Cada año el juego es más duro, todas suben su nivel y hay menos torneos, así que hay que viajar a más lugares y más lejos, lo que a veces es complicado», refirió.

«Me encantaría terminar el año en el ranking 220 para poder estar jugando calificadores de grand slam; sería muy saludable estar jugando más de 20 semanas, y llegar a final de torneos de 25 mil dólares, yo creo que con eso sería una excelente temporada», detalló en entrevista con Notimex.

Zacarías alcanzó en 2015 el puesto 190, su mejor etapa en su carrera profesional, pero una lesión la alejó de las canchas y desde entonces ha batallado para tomar ritmo; el año pasado disputó dos finales de singles y otras cuatro de dobles, ahí consiguió dos títulos.

En 2017 cerró la segunda semana de diciembre jugando en Chile, apenas tuvo tiempo para pasar las fechas decembrinas en casa y prepararse para la temporada que está por comenzar, a la que va con el ánimo renovado por triunfar.

«Estoy muy contenta por la planeación que hay para este inicio de año, ahora me enfocaré en tomar ritmo, jugar bien, no tanto en los resultados. En los Estados Unidos será una buena medición para saber lo que viene, tuve pocos días de vacaciones pero llego con motivación y mucha confianza para este inicio de año».

Marcela está desde hace cuatro meses trabajando también en el aspecto mental, un punto clave ya que en 2017 le faltó en varias ocasiones esa parte para concretar los partidos, y es algo que agradece, ya que ha notado un cambio en su mentalidad.

«Los primeros meses del año pasado fueron complicados, disputé muchas calificaciones en la búsqueda de puntos para que pudiera entrar directamente a otros torneos; en verano tuve una gira larga para agarrar confianza antes de ir a Sudamérica. Ahora he tenido el apoyo de una psicóloga de la Conade y me ha servido mucho para trabajar el aspecto mental», refirió.

La jugadora de San Luis Potosí aún no tiene confirmada su participación en el Abierto Mexicano de Tenis de Acapulco, sin embargo, espera asistir ya que esta cita es una de las más importantes en el calendario del deporte blanco.