La canadiense Cheyenne Rose Antoine, de 21 años, fue sentenciada a siete años de prisión por haber matado a su amiga Brittney Gargol, de 18 años, cuyo cadáver apareció cerca de una carretera de Saskatchewan (Canadá) hace dos años.
La Policía asegura que un ‘selfie’ de las dos jóvenes, publicado horas antes del suceso, se convirtió en una prueba clave, ya que en esa imagen la sospechosa llevaba un cinturón que podría haber sido el arma del crimen, informa CBC News.
Tras casi dos años de investigación, la autora de los hechos confesó que aquella noche de marzo de 2015 ambas personas estaban bebiendo cuando tuvieron una discusión.
Antoine aseguró que no recordaba cómo estranguló a Brittney, pero se declaró culpable de haberlo hecho: «Nunca me lo perdonaré. Nada que yo diga o haga la traerá de vuelta. Lo siento muchísimo. No debería haber sucedido», declaró la culpable a través de su abogado.