El mercado de los energéticos inicia el año 2018 con fuertes presiones, debido a que el barril de crudo alcanzó su máximo nivel de los últimos 30 meses, lo que impacta en el precio del diésel y la gasolina.

La producción de petróleo de los países que pertenecen a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y una mayor demanda a nivel mundial del crudo, elevaron los precios del hidrocarburo mexicano a niveles no vistos desde mayo de 2015, cuando cotizaba en 59.45 dólares por barril.

No obstante, la gasolina de bajo octanaje se comercializa en más de 17 pesos por litro en la mayoría de las estaciones de servicio de la capital del país. Sin embargo a inicios de año, el precio promedio era de 16.50 pesos por litro.

El presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) en el Valle de México, Fernando González Piña, explicó que el deslizamiento del peso frente al dólar y el incremento en el costo de la materia prima explican que la gasolina se venda más caro; sin embargo, descartó que sea un incremento “sustancial”.

En estados Unidos, se reporta un incremento de 3 por ciento en el precio de los combustibles durante los primeros días del año, una situación que perjudica al mercado mexicano, principal cliente de la industria refinadora en la Unión Americana.

Mientras que el West Texas Intermediate cerró la jornada en un precio de 63.5 dólares por barril, un incremento de 5.6 por ciento respecto al inicio del año.