La primera ministra británica Theresa May y el presidente francés Emmanuel Macron inauguraron una cumbre franco-británica que estará centrada en la inmigración, punto contencioso de las relaciones bilaterales.
Esta reunión de unas pocas horas tiene lugar en la pretigiosa Real Academia Militar de Sandhurst, 50 km al sudoeste de Londres, y concluirá con una conferencia de prensa de ambos dirigentes.
Se trata de la primera cumbre tras la decisión británica de abandonar la Unión Europea, en el referéndum de junio de 2016, y se percibe como un termómetro de lo que serán las relaciones entre ambas naciones tras el Brexit.
La cumbre ha estado precedida de gestos de buena voluntad. Así, el gobierno británico anunciará que aumenta en 44,5 millones de libras su contribución al mantenimiento de la seguridad en Calais, un puerto francés del que salen numerosos emigrantes hacia el Reino Unido.
Este dinero (50,5 millones de euros, 61,5 millones de dólares) “se invertirá en la mejora de la seguridad en la frontera”, declaró un portavoz del ejecutivo británico.
“Al igual que invertimos en nuestras fronteras en el resto del Reino Unido, es normal ver permantemente si podemos reforzar los controles en Francia y Bélgica”, añadió el portavoz.
En virtud de los acuerdos de Touquet, en vigor desde 2004, la frontera británica con Francia está instalada en la costa francesa, donde agentes británicos efectúan los controles de los cientos de miles de inmigrantes que convergen en el puerto de Calais, principalmente, con la aspiración de dar el salto al Reino Unido.
En este marco, el Reino Unido ha contribuido ya con 100 millones de libras estos tres últimos años.
En cuanto a Francia, parece dispuesta a prestar el valioso tapiz medieval de Bayeux, que narra la conquista normanda de Inglaterra en 1.066 y saldría del país por primera vez en casi 1.000 años.
La primera ministra británica Theresa May saludó esta posibilidad el miércoles en el Parlamento.
“Es muy importante que el tapiz venga a Reino Unido”, dijo May en el Parlamento.
“Nos aseguraremos de que lo vea el máximo de gente”, añadió.
Macron y May anunciarán al término de la cumbre un programa de intercambio de obras que podría incluir al famoso tapiz expuesto en Bayeux, Normandía (norte de Francia), que tiene 68 metros y narra en detalle, como si fuera un cómic, la gesta del rey normando Guillermo el Conquistador y su victoria sobre los sajones.
“El préstamo se está considerando”, pero “no será antes de 2020 porque es un objeto patrimonial extremadamente frágil, que será objeto de trabajos de restauración muy importantes” antes de ser transportado, precisó el Elíseo.
El tapiz atrae cada año a más de 400.000 visitantes.