Cientos de miles de trabajadores del gobierno de Estados Unidos retornaron este lunes a sus labores sin paga de por medio, mientras miles más permanecieron en sus casas como consecuencia del cierre de gobierno, que podría resultar en mayores cesantías temporales si no hay una pronta reapertura.

Aunque los fondos para mantener el gobierno funcionando con normalidad cesaron el primer minuto del pasado sábado, el impacto a través de las agencias federales varió dependiendo de sus planes de contingencia, si bien las áreas consideradas esenciales continuarán operando sin interrupción.

Estas últimas incluyen al ejército, agencias como la Patrulla Fronteriza, algunas agencias policiacas de seguridad como el FBI, controladores de aviación, la oficina del Seguro Social y el Servicio Postal, el cual, a diferencia del resto, opera con su propio presupuesto.

Aunque la mayoría de los parques nacionales amanecieron abiertos, al igual que otras instalaciones operadas por el Departamento del Interior, gran parte de su personal permanecerá en sus casas.

Ello fue consecuencia de la decisión de la Casa Blanca de limitar el impacto del cierre, en contraste con el cierre de 2013, cuando el gobierno del presidente Barack Obama optó por no abrir las agencias consideradas no esenciales, resultando en el cierre de los parques nacionales o museos que opera el gobierno federal.

Ese año, alrededor de 800 mil de los 2.1 millones de trabajadores que componían entonces la planta laboral fueron cesados en forma temporal, de acuerdo con cifras compiladas por el diario The Washington Post.

Está previsto que el Senado celebre este mediodía un voto sobre una nueva resolución para reabrir el gobierno y mantenerlo así hasta el 8 de febrero, periodo en el cual las dos cámaras continuarían negociando temas como las protecciones para los beneficiarios de DACA, seguridad fronteriza y desastres naturales.

El líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, prometió desde la tribuna del Senado que si los demócratas aceptan reabrir el gobierno, se compromete a presentar a votación una iniciativa de ley sobre el DACA antes del 8 de febrero.

Si el Senado vota finalmente a favor de la iniciativa de extensión temporal del gasto hasta el 8 de febrero, la propuesta deberá ser sometida después a voto a la Cámara de Representantes.

Por su parte, el líder de la cámara baja, Paul Ryan, dijo esta mañana que si el Senado aprueba esa iniciativa, ellos aceptarán el cambio y la votarán de inmediato. La cámara votó la semana pasada una resolución para mantener el gobierno abierto hasta el 16 de febrero.

La Casa Blanca y los republicanos acusaron a los demócratas de utilizar el presupuesto del gobierno como rehén de su política de protección para los 690 mil «soñadores», los beneficiarios del programa DACA, y el presidente Donald Trump dejó en claro que no aceptará discutir el tema mientras la administración permanezca cerrada.

El mandatario renovó su crítica este lunes, acusando a los demócratas en un mensaje en su cuenta de Twitter de cerrar el gobierno “en el interés de su base de la izquierda. Ellos no lo quieren hacer pero no tienen poder”.