Doce jugadoras norcoreanas de hockey sobre hielo se unieron este jueves a sus homólogas surcoreanas para formar un equipo unificado, por primera vez en casi tres décadas, en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang.

Las deportistas, que vestían chándales con las siglas “DPR Korea” -nombre oficial de Corea del Norte- llegaron al Sur tras cruzar la frontera cerca de Kaesong, la zona industrial que las dos Coreas administraron conjuntamente hasta 2016.

Luego se dirigieron a Jincheon, donde se encuentran las infraestructuras surcoreanas de hockey sobre hielo, para empezar a entrenarse con sus nuevas compañeras antes de la competición que comenzará el 9 de febrero.

En Jincheon, las norcoreanas fueron recibidas con ramos de flores por sus compañeras surcoreanas.

“Estoy feliz por el hecho de que el Norte y el Sur se hayan unido para esta competición”, declaró el entrenador norcoreano Pak Chol Ho, citado por la prensa.

Junto a las jugadoras norcoreanas viajó una delegación que preparará la llegada de los demás deportistas norcoreanos, precisó el ministerio surcoreano de Unificación.

La idea de formar un equipo unificado ha provocado una controversia en Corea del Sur, donde algunos acusan a Seúl de sacrificar el sueño olímpico de varios deportistas surcoreanos por motivos políticos.

El presidente surcoreano, el centroizquierdista Moon Jae-In, nunca ocultó su voluntad de convertir la cita de Pyeongchang en los “Juegos de la Paz”, una forma de rebajar las tensiones provocadas en los últimos meses por los programas balístico y nuclear del régimen norcoreano.

Altos responsables surcoreanos avivaron la polémica cuando justificaron su decisión explicando que, de todas formas, el equipo femenino no tenía ninguna opción de medalla.

La controversia mermó la popularidad de Moon, que alcanzó su nivel más bajo, el 60%, desde que asumió la presidencia en mayo de 2017.