El presidente Vladimir Putin afirmó este lunes que la publicación de un listado de más de 200 funcionarios y empresarios rusos que pueden ser blanco de sanciones por parte de los Estados Unidos perjudica las relaciones bilaterales y las acerca a un punto muerto.
«Es una auténtica tontería llevar nuestras relaciones a cero. Esperábamos esta lista, no lo voy a ocultar, y estábamos decididos a dar pasos en respuesta, bastante serios, que llevarían nuestras relaciones al punto cero. Pero de momento vamos a abstenernos de dar este paso«, dijo Putin, en una reunión con activistas de su campaña electoral.
El mandatario, además, ironizó y dijo sentirse triste por el hecho de que él no ha sido incluido en la lista, en la que están sus principales colaboradores.
El jefe del Kremlin calificó la publicación de la lista de «acto hostil que entorpece y daña unas relaciones rusoestadounidenses que ya se encuentran en una situación complicada«.
Al mismo tiempo, el mandatario ruso advirtió de que Rusia seguirá de cerca la evolución de la situación, en alusión a las medidas que podría tomar Washington contra las 210 personas en total —entre altos funcionarios y empresarios— incluidos en el documento, conocido como la «Lista Putin».
Además, insistió en que, al igual que otras medidas y sanciones dirigidas contra Rusia, son, en realidad, los «ataques contra el presidente» estadounidense, Donald Trump, los que están en el ojo del huracán por la investigación de la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016.
«Los que hacen estas cosas se dedican fundamentalmente a la política interna, atacando al presidente elegido. Y le discuten asuntos de sanidad y otras cuestiones, temas internacionales con alusiones a la supuesta injerencia en las elecciones de los EEUU», dijo Putin, pese a que fue elaborada por el Departamento de Tesoro y no acarrea sanciones económicas ni diplomáticas para sus integrantes.
La lista de 114 altos funcionarios incluye a todos los ministros del Gobierno ruso, entre ellos, el primer ministro, Dmitri Medvédev, y el de Exteriores, Serguei Lavrov, así como todos los miembros de la Administración del Kremlin, además de varias decenas de asesores, gerentes de empresas estatales o jefes de la inteligencia rusa.
Entre los 96 oligarcas, a los que el Departamento del Tesoro señala por amasar fortunas superiores a los 1.000 millones de dólares, figuran el magnate petrolero Roman Abramovich, dueño del club Chelsea; Oleg Deripaska y Mijaíl Projorov, entre otros.