Desastres naturales, incidentes y paros técnicos causaron que la capacidad de refinación de crudo en México mantuviera niveles mínimos en 2017, con un 47 por ciento, en contraste con el 90.6 por ciento en promedio mensual de Estados Unidos.

Señala Reforma que desastres como inundaciones, huracanes y sismos, así como accidentes como incendios y paros por mantenimiento en las refinerías fueron las causas principales.

El rotativo citó como ejemplo a la refinería de Ciudad Madero, la cual tuvo una capacidad del 23 por ciento.

Por su parte, la refinería de Minatitlán tuvo un 30 por ciento

Por último, la de Salina Cruz, en Oaxaca, tuvo una caída del 40 por ciento, esto a causa de un incendio, una inundación y afectaciones por los sismos de septiembre pasado.

Se trata de la mayor baja en dicha instalación desde que se tienen registros en 1993.

Pese a ser la refinería con la mayor producción de gasolinas en 2016, en la actualidad, el complejo opera al 42 por ciento de su capacidad, con 43 mil barriles en 2017 frente a los 72 mil del año anterior.

No obstante, las refinerías de Tula en Hidalgo y Cadereyta en Nuevo León no registraron caídas.

A causa de esta baja en la refinación, se han alcanzado niveles récord de importación, ya que ahora por cada barril que se consume, se importan siete.