El régimen sirio bombardeó de nuevo el enclave rebelde de Guta oriental, cerca de Damasco, acción que mató al menos a 34 civiles, en una nueva jornada de intensos ataques en los que 130 civiles han muerto en tres días.
De una intensidad poco habitual, los bombardeos tienen lugar en un momento en el cual surgen más sospechas sobre la utilización de armas químicas, y en particular cloro, por el régimen de Bashar al Asad, dijo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El cielo rugió este miércoles sobre varias localidades, especialmente Hamuriye y Beit Sawa, y 34 civiles, entre ellos 12 niños, perdieron la vida, indicó el OSDH, que dispone de una amplia red de fuentes en el país.
Uno de esos menores era la hija pequeña de Abu Raad, un hombre de Guta oriental que estaba conmocionado. “Los servicios de rescate están buscando a mi segunda hija, pero no la encuentran. ¿Qué hago?”, lamentaba.
En Hamuriye, un joven observaba los cuerpos de cinco niños, entre ellos su hermano pequeño, que habían muerto en un ataque aéreo. Solo el martes, los bombardeos contra esta región dejaron 80 civiles muertos –entre ellos 19 niños y 20 mujeres– y casi 200 heridos, afirmó el OSDH.
En una aparente represalia, un ataque con misil rebelde contra un barrio de la periferia de Damasco mató a un niño e hirió a dos personas, informó la agencia estatal Sana, que dijo que el fuego procedía de Guta oriental, citando fuentes policiales.
Con cerca de 400.000 habitantes asediados por las fuerzas del régimen desde 2013, Guta oriental es una de las cuatro zonas de distensión establecidas en 2017. Pero el alto el fuego quedó en papel mojado. El lunes, los ataques aéreos y los disparos de artillería ya habían matado a 31 civiles.
Desde 2011, Siria se ha ido complicando progresivamente en un conflicto cada vez más degradado que ha dejado más de 340.000 muertos. Y ahora vuelve a emerger la sospecha de utilización de armas químicas.
El miércoles, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (Opaq) afirmó que está investigando las informaciones sobre este tipo de ataques en Siria por el régimen. “Las alegaciones recientes relativas a la utilización de armas químicas en Siria siguen siendo una fuente de grave preocupación”, y la Opaq “estudia todas las alegaciones creíbles”, informó en un comunicado la organización internacional con sede en La Haya.
Por su parte, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, subrayó que “varias indicaciones” confirmarían la hipótesis de “una utilización de cloro por el régimen” sirio.
No hizo, sin embargo, ninguna alusión a eventuales represalias de Francia si se confirman estos ataques. En mayo de 2017, el presidente francés, Emmanuel Macron, marcó una “línea roja” sobre esta cuestión.