A través de la Fundación «Chocho», amas de casa obtienen un ingresos mediante la venta de peluches, para que puedan costear medicinas y tratamientos contra el cáncer infantil.

De acuerdo a la entrevista realizada por el periódico «El Universal», Chocho se encarga de capacitar y proporcionar materia prima para que las madres de familia confeccionen los muñecos de peluche y puedan venderlos. Cada peso obtenido es para cada familia necesitada, por su parte la fundación no recibe nada.

Fundación Chocho nació en 2012 para llevar un sustento económico a las familias de niños con cáncer a través del autoempleo.

El nombre Chocho alude a un pajaro en extinción de la sierra Oaxaqueña, pero también alude a una historia la cual dice que el nombre de chocho le pertenece un ave que tiene el alma de un niño que murió de cáncer y le pidió a Dios que lo convirtiera en un pájaro para regresar a la Tierra y poder besar a su mamá.