Autoridades investigan la desaparición de tres ciudadanos italianos (un hombre, su hijo y un sobrino) en Jalisco; se encuentran desaparecidos desde el pasado 31 de enero en el municipio de Tecalitlán, al sur de la entidad.

Por medio de un comunicado emitido el fin de semana, la Fiscalía General de Jalisco precisó que se inició una investigación para dar con su paradero

Raffaele Russo, de 60 años; su hijo Antonio Russo, de 25;, y su sobrino Vincenzo Cimmino, de 29 años, fueron vistos por última vez el 31 de enero en Tecalitlán y sus familiares presentaron una denuncia el 1 de febrero en el área de desaparecidos de la Fiscalía.

Aunque la dependencia no dio más detalles, familiares de los italianos señalan a los policías locales de estar involucrados, según la revista Proceso.

Estamos seguros de que nuestros familiares han sido encerrados por la policía, no por secuestradores, y no tienen la posibilidad de contactarnos”, dijo Gino, uno de los familiares, a Internapoli.it.

Por su parte, el diario El Occidental de Guadalajara difundió la versión del sobrino y primo de los desaparecidos, Mario de Vita, quien detalló que el primero en desaparecer fue Raffaele, con quien se dejó de tener comunicación el 31 de enero.

Acto seguido, Antonio y Vincenzo fueron a buscar a Russo sin éxito y cuando pararon en una gasolinera para repostar combustible fueron interceptados por policías municipales, quienes los rodearon con “una moto adelante y con carro atrás”, según un mensaje de voz de Vicenzo.

Luego de esto, De Vita no pudo establecer contacto con sus familiares, ya que los los celulares de ambos fueron apagados y dejaron de recibir llamadas.

Mario señaló que pese a que funcionarios municipales habían reconocido inicialmente la detención de Antonio y Vincenzo, después se desdijeron.

Hasta ahora, la familia no ha sido llamada para pedir algún rescate, por lo que descartaron que se trate de un secuestro

En tanto, la Fiscalía de Roma se puso en contacto con el ministerio de Relaciones Exteriores y la Embajada de Italia en México para dar seguimiento al caso.

Los ciudadanos italianos, identificados por medios de su país como vendedores ambulantes, tenían unos meses de vivir en México por cuestiones de trabajo.