Beirut.- Por cuarto día consecutivo, la aviación siria bombardeó este miércoles Guta Oriental, un enclave rebelde cerca de Damasco, a pesar de las protestas internacionales y los llamados a suspender los ataques que desde el domingo dejaron centenares de muertos y heridos.

Los bombardeos del miércoles provocaron al menos 24 muertos, entre ellos tres niños y más de 200 heridos, lo que hace subir el balance de civiles muertos en el enclave rebelde esta semana a casi 300.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que las últimas víctimas se produjeron en los bombardeos contra las ciudades de Jisrin y Kafr Batna, donde se utilizaron bombas de barril.

La aviación siria bombardeó nuevamente Guta Oriental, una zona cerca de Damasco en manos de los rebeldes, dejando cinco civiles muertos y más de 200 heridos, afirmó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

Los bombardeos afectaron a varias localidades de la región, donde viven unas 400 mil personas sitiada por las fuerza gubernamentales desde 2013, indicó el OSDH.

Los bombardeos provocaron, además, cuantiosos daños, en particular en varios hospitales que dejaron de funcionar.

En las localidades de Arbin y Ain Turma, las fuerzas gubernamentales lanzaron barriles explosivos, un arma denunciada por la ONU y numerosas oenegés, indicó el OSDH.

Durante la noche, la artillería gubernamental disparó más de 100 obuses.

La nueva campaña aérea contra Guta Oriental comenzó el domingo pasado tras la llegada de refuerzos con vistas a una ofensiva terrestre que aún no ha comenzado.

El gobierno quiere reconquistar esa zona, desde donde los rebeldes disparan obuses contra Damasco.

Guta Oriental es el último bastión controlado por los rebeldes cerca de la capital siria.

Según el diario progubernamental Al Watan, los bombardeos «son el preludio de una operación terrestre de gran envergadura que puede comenzar en cualquier momento».