Después de 16 días de competición, la edición 23 de los Juegos de Invierno finalizó este domingo con una ceremonia de clausura que resumió a la perfección de estos ‘Juegos de la Paz’: en presencia de una delegación norcoreana de alto nivel, destacando al gran vencedor, Noruega, que lideró el medallero, batiendo el récord de preseas, catorce de oro, catorce de plata, once de bronce dando un total de 39 preseas, aunque por el otro lado Rusia no pudo ondear su bandera y mantener la neutral.

La ceremonia contó con la presencia de Ivanka Trump, la hija mayor de y consejera del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, así como la de un general norcoreano, cuya presencia fue muy controvertida.

 

Cuando la ceremonia comenzaba, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, dio la mano a este general, Kim Yong Chol, considerado como un “criminal de guerra” por la oposición surcoreana.

El presidente del COI, Thomas Bach, agradeció en su discurso los gestos de las dos Coreas, desfilando juntas en las ceremonias e incluso formando un equipo conjunto femenino de hockey sobre hielo. “Desfilando juntos han compartido con nosotros su fe en un futuro pacífico”, dijo el alemán.

“Han mostrado cómo el deporte, en nuestro mundo frágil, reúne a los pueblos; han mostrado cómo el deporte construye puentes”, dijo Bach.
Agencias

El presidente del Comite Olímpicos destacó que Pyeongchang 2018 como los juegos de nuevos horizontes.

«Estos juegos han recibido han recibido  nuevas pruebas  que atraen a la jóvenes generaciones. La tecnología numérica ha permitido a un mayor número de países ver los deportes de invierno de múltiples  modos. Pyeongchand 2018, son los juegos de nuevos horizontes, indicó.

Al finalizar la ceremonia la delegación de Corea, entrego la estafeta a Beiging quien será sede de los Juegos Olímpicos de invierno en el 2022.