La Auditoría Superior de la Federación detectó un posible daño al erario público por poco menos de 200 millones de pesos, al revisar lo ocurrido en la Cuenta Pública 2016 con dos fondos y un programa de educación federales destinados a Chihuahua, durante el último año de gestión del exgobernador César Duarte.

La anomalía detectada por la ASF está relacionada con recursos federales destinados al Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC), y a los fondos de Aportaciones para la Nómina Educativa (FONE),  y Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA).

En el caso del PETC, la ASF detectó que al gobierno de Chihuahua la fueron transferidos 284 millones 266 mil pesos, y al 31 de diciembre de 2016 se habían devengando 232 millones 972 mil de pesos, el 82% de los recursos transferidos. Hasta dicha fecha el monto de los recursos no devengados era de 51 millones 294 mil pesos, y el registro era de 858 mil 400 pesos de rendimientos financieros generados.

Se detectó un posible daño por 60 mil 584 pesos, más los rendimientos financieros generados, por efectuar pagos a personal docente y de apoyo que excedieron los montos mensuales establecidos.

En el renglón de adquisiciones, la ASF determinó que la Secretaría de Educación y Deporte de Chihuahua realizó tres procedimientos por adjudicación directa, para el suministro de alimentos para escuelas de tiempo completo, sin formalizar los contratos correspondientes, generando un posible daño al erario por 41 millones 440 mil 520 pesos.

Además la Auditoría detectó que en un contrato abierto se realizaron pagos excesivos por 148 mil 65 pesos, más los rendimientos financieros generados desde su disposición hasta su reintegro a la Tesorería de la Federación, sumando un posible deterioro de las finanzas por un monto total de 93 millones 801 mil 780 pesos.